MADRID, ESPAÑA.- El cine negro se asocia, en esencia, a las producciones estadounidenses tan presentes en gloriosas décadas pasadas. Sin embargo, no muchos saben que España también cultivó tiempo atrás la temática.
De acuerdo con CINEMANÍA, la plataforma FlixOlé invita a descubrir cinco clásicos imprescindibles del cine negro español, selección que además es una manera de celebrar el centenario (el 31 de mayo) del director Juan Bosch, uno de los reivindicables nombres del género. Estos títulos forman parte de la colección de FlixOlé dedicada al cine negro, compuesta por más de 25 películas.
‘Brigada criminal’ (Ignacio F. Iquino, 1950)
“¡Lucha contra el crimen en las calles de Madrid!”, resaltaba el cartel de una de las películas pioneras del cine policiaco en España. Protagonizada por José Suárez, desarrolla la clásica situación del agente novato que acaba dentro de un caso grande a pesar de que al principio sus superiores le encargan un asunto menor. Iquino, además de cuidar los detalles ambientales y los retratos de los personajes, otorgó un atractivo pulso narrativo a una historia que quiso esquivar posibles problemas con el régimen poniendo énfasis en el buen funcionamiento de la Policía.
‘Apartado de correos 1001’ (Julio Salvador, 1950)
Junto con Brigada criminal, la otra obra pionera de la temática en España. Dos agentes investigan el asesinato en plena calle, delante de la Jefatura de Barcelona, de un joven. Su única pista, el anuncio subrayado en un periódico que tenía la víctima en su habitación, el cual ofrecía más información escribiendo al apartado de correos 1001. Escenas tan deliciosas como la persecución al sospechoso en una atracción de feria bien merecen rescatar una propuesta que además presenta el aliciente de reencontrarse con un actor como Conrado San Martín.
‘El expreso de Andalucía’ (Francisco Rovira Beleta, 1956)
Las historias de asaltos a trenes atrapan de manera especial, como hace este clásico que toma como base un suceso que impactó a la sociedad española de los años 20. Un deportista retirado, un estudiante de Derecho y un delincuente unen fuerzas para ver la manera de llevarse unas joyas durante el transporte de las mismas. Coproducida con Italia y con elementos tanto del neorrealismo (su retrato del Madrid de los 50) como del cine negro de la RKO, la protagonizaron Jorge Mistral, Marisa de Leza y Mara Berni.
‘Distrito quinto’ (Julio Coll, 1957)
Julio Coll, guionista de Apartado de correos 1001, brilló en su modulación de las historias en las que los personajes relatan su perspectiva de los hechos, en este caso de cómo se ha producido el atraco y de cómo conocieron al compañero que sigue sin llegar al lugar acordado para repartirse el botín. Su planteamiento hace pensar en Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino, lo que sugiere que el cineasta tuvo esta joya entre sus influencias. Con Alberto Closas y Arturo Fernández, adaptaba una pieza teatral de Josep María Espinàs (Es peligroso hacerse esperar).
A sangre fría’ (Juan Bosch, 1959)
Una de las películas de obligado visionado de la filmografía del reivindicable Juan Bosch, a su vez representativa de la Escuela de Barcelona. Con Carlos Larrañaga y Arturo Fernández, en un papel que pone de manifiesto que a lo largo de su carrera no solo hizo de galán (interpreta al jefe mafioso), expone la planificación del robo a una fábrica (propuesto por un joven que ambiciona otro tipo de vida) y las clásicas disputas posteriores. Su título evoca la novela de Truman Capote y la película de Richard Brooks de 1967. A ese respecto, durante un tiempo la obra española se renombró como Trampa al amanecer por las presiones de la productora estadounidense para subsanar esa coincidencia.
AM.MX/fm