MALASIA, 4 de septiembre (EDT).— En Malasia, dos mujeres de 32 y 22 años de edad fueron condenadas a una serie de azotes por haber mantenido relaciones sexuales entre ellas. Recibieron seis golpes de bastón en la espalda por parte de dos oficiales de prisiones.
Más de 100 personas fueron testigos de los azotes en un tribunal de Sharia en el estado de Terengganu, al norte de Malasia. El vicepresidente de la Asociación de Abogados Musulmanes, Abdul Rahim Sinwan, dijo que bajo las leyes islámicas este castigo no es doloroso ni severo y que estaba destinado a educar a las mujeres para que se arrepintieran.
Malasia sigue bajo un sistema de justicia dual. Casi dos tercios de los 31 millones de habitantes del país son musulmanes y se rigen por los tribunales islámicos en cuestiones familiares, matrimoniales y personales. Las dos mujeres no identificadas fueron descubiertas por funcionarios islámicos en abril y sentenciadas el mes pasado por un tribunal de Shariah a seis golpes de bastón y una multa de 3 mil 300 ringgit —moneda malasia— que equivalen a 800 dólares.
Ante esta noticia, varios grupos de derechos humanos criticaron el castigo como un grave error judicial que podría hacer empeorar todavía más la discriminación contra las comunidades lésbicas, bisexuales, gays y transgénero de Malasia. Incluso, Amnistía Internacional consideró que el castigo “es una forma de trato cruel, inhumano y degradante y puede equivaler a la tortura”.
“Las personas no deberían vivir con miedo porque se sienten atraídas por personas del mismo sexo. Las autoridades malasias deben derogar inmediatamente las leyes represivas, prohibir los castigos tortuosos y ratificar la Convención de la ONU contra la Tortura”, expresó la organización en un comunicado.
Por su parte, Women’s Aid Organization se pronunció “horrorizada” por la violación de los derechos humanos de las jóvenes, y Thilaga Sulathireh —un grupo de defensa de los derechos de personas transgénero— señaló que estos castigos aumentan la impunidad para que continúe la discriminación y la homofobia.
EDT/dsc