Seguramente has escuchado de un artista reconocido por pintar retratos de gatos, pero ¿Conoces realmente quién fue y por qué lo hacía? Este Día Mundial del Gato, queremos dar un recorrido por la vida y obra de Louis Wain, el pintor que se hizo de los felinos su pasión.
¿Quién fue Louis Wain?
Nacido en Londres en 1860, y siendo el único varón entre sus 5 hermanas, Wain mostraba desde pequeño una gran afinidad por el arte; sin embargo, al nacer con labio leporino, fue recluido de los estudios hasta que tuviera los 10 años de edad, esto debido al abuso que podría sufrir.
Más tarde, volvió a su gusto por las artes al ingresar al West London School of Arts, convirtiéndose incluso en profesor de su misma institución, hasta que descubrió que esa no era la profesión a la que quería dedicarse.
Fue ahí, cuando en 1881 creo y vendió su primera ilustración, abriéndose paso como ilustrador de revistas y pintor de cuadros de animales, ocasionando que dejara su trabajo como profesor un año después.
Tras la muerte de su padre, Louis Wain se convirtió en el sustento de su casa, apoyando económicamente a su madre y a sus cinco hermanas, a la edad de 20 años, con el trabajo que tenía como ilustrador.
Al renunciar a su puesto como profesor, Wain alcanzó el éxito rápidamente, ya que sus obras de dibujos de animales y escenas campestres logrando colaborar en revistas como Illustrated Sporting and Dramatic News, Illustrated London News y haciendo afiches para ferias agrícolas.
Wain, era amante de los animales, por lo que fue parte de la National Cat Group y colaboró en distintas asociaciones benéficas con los animales, aunado a las ilustraciones que realizaba.
La llegada de “Peter” y su afición por los gatos
En 1883 se casó con Emily Richardson, la institutriz de sus hermanas, que le llevaba diez años de edad. Pese a vivir un periodo de felicidad, la vida de la pareja pronto se ensombreció al recibir la noticia de que Emily tenía cáncer de mama.
Durante su convalecencia, la pareja recibió la llegada de un gato callejero a su casa pidiendo asilo, a quien adoptaron y nombraron como Peter. Sería esta mascota quien acompañaría a los esposos en su lucha con esta enfermedad y les daría consuelo.
Además de ello, Louis Wain pronto notó la alegría que le traía Peter a su esposa, por lo que comenzó a dibujar a su felino de diferentes maneras, poniéndolo incluso en situaciones cómicas y antropomórficas para entretener a Emily y hacerla reír. Fue ella, quien al ver el talento que tenía el artista londinense para crear estas obras, lo motivo a venderlas causando un pronto interés del público por ellas.
La muerte de Emily
Al fallecer su esposa en 1887 debido a su enfermedad, el pintor entró en una fuerte depresión, pero no por ello dejó de crear sus obras de gatos, sino todo lo contrario.
En un principio, los pintaba en cuatro patas y con características propias de este animal, pero después, en 1890, el artista fue otorgándoles actitudes humanas al ponerlos en reuniones, vestirlos, mandarlos a la escuela, entre otras situaciones.
Cabe señalar que en la época victoriana las obras antropomórficas eran muy comunes, por lo que Wain fue bastante conocido, llegando a realizar más de 200 libros ilustrados, con más de 2000 obras de gatos.
Poco a poco, el estilo de Wain fue ganando mayor particularidad, sus gatos que antes tenían colores sobrios, adquirieron colores vibrantes, y mientras antes ocupaban posturas típicas de un gato, ahora corrían, fumaban, jugaban y hacían muchas cosas más, viviendo en su propio mundo.
Pese a esto, el pintor londinense nunca llegó a tener una gran fortuna, ya que en las ilustraciones que vendía nunca exigió derechos de reproducción, lo que le ocasionó dificultades económicas a lo largo de su vida.
En 1914 tuvo un accidente vehicular, ocasionándole un fuerte golpe en la cabeza, dificultándole trabajar, por lo que su situación financiera empeoro, al igual que su salud mental, pues ya este y otros sucesos que marcaron su vida.
Ingreso al hospital psiquiátrico
Tras perder a su esposa Emily, a su padre, a su madre en 1910, a su hermana Marie quien falleció en 1915 en un hospital psiquiátrico donde fue internada a causa de delirios, y a su hermana mayor Caroline, quien falleció a causa de una gripe en 1917, y finalmente a su gato Peter, se desarrolló una profunda depresión en Louis Wain, ocasionándole un fuerte impacto emocional.
Desde ese momento, Wain comenzó a tener episodios frecuentes de cambios de humor, a la par de un comportamiento cada vez más impredecible y actitudes inusuales, lo que hizo creer a sus hermanas que padecía de esquizofrenia.Todo esto, hizo que su familia tomara la decisión de internarlo en el hospital psiquiátrico de Springfield en 1924, momento en el que cambiaría para siempre la forma en que representaría a los felinos. Gatos psicodélicos, con muchos colores y formas geométricas, empezaron a aparecer entre las ilustraciones de Wain.
Estas obras inusuales empezaron a crear entre los psiquiatras que lo atendían diversas cuestiones, ya que indicaban que en ellas se veía el deterioro progresivo de su estado mental. Dicho pensamiento tuvo mayor auge al ser incluido en el libro Psychotic Art, por el Dr. Francis Reitman.
De los gatos figurativos a los abstractos
El cambio en su forma de ilustrar no pasó desapercibido, los patrones intricados y representaciones surrealistas que ahora mostraba causaron fuertes impresiones en personajes célebres, como el escritor H.G. Wells (Guerra de los mundos) y el primer ministro Ramsay MacDonald, quienes recalcaron que el cuidado que debía tener el artista no era el adecuado en ese hospital.
Fue así como realizaron diversas exposiciones con sus obras, para recaudar fondos y posteriormente trasladarlo al Hospital Real de Bethlem, donde recibiría mejores condiciones.
Wain continuó haciendo uso de patrones vívidos y abstractos, a la vez que experimentaba con nuevos colores y formas de crear a sus felinos, incluyendo cada vez más representaciones geométricas que distaban bastante de su arte inicial.
Su legado
El impacto que tuvo Louis Wain en el arte, la sociedad e incluso en el interés por la medicina y los pacientes en hospitales psiquiátricos sobrepasó su época. La curiosidad por el arte psicodélico empezó a manifestarse, al igual que crecía la admiración y el respeto por los felinos.
Sin duda, las obras de Louis Wain son muestra de lo mucho que alguien puede llegar a querer y admirar a los gatos, viéndolos no solo como una mascota, sino como una inspiración.