Ciudad de México.- El Palacio de Bellas Artes vivió una noche cargada de historia, emoción y reconciliación durante la conmemoración del 25 aniversario de Amores Perros, una de las películas más influyentes del cine mexicano contemporáneo. En este evento, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), se produjo un momento inesperado pero profundamente significativo: el reencuentro público entre Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga, quienes trabajaron juntos en tres largometrajes y estuvieron distanciados por varios años.
Entre aplausos y una atmósfera de expectativa, Iñárritu subió al escenario visiblemente emocionado y, en un gesto de reconciliación, invitó a Arriaga a unirse a él frente a una sala completamente llena. Ambos fueron recibidos con una ovación prolongada, símbolo del cariño y reconocimiento del público hacia dos figuras fundamentales del cine nacional e internacional.
Una reconciliación que marca un nuevo capítulo para el cine mexicano
Antes de iniciar la proyección, ambos creadores compartieron un mensaje conjunto en el que anunciaron públicamente su reconciliación, dejando atrás los años de distanciamiento. En sus propias palabras, expresaron:
“Luego de años enemistados, hemos resuelto dejar atrás nuestras desavenencias y retornar a la amistad que nos unió y que nos permitió realizar tres películas juntos de las cuales nos sentimos orgullosos. Los veinticinco años de Amores Perros se convirtieron en la coyuntura ideal para que volviéramos a dialogar y a rescatar puntos de encuentro. En un mundo cada vez más polarizado y donde las discrepancias pesan más que las similitudes, creemos que dar este paso puede brindar un ejemplo de concordia y de voluntad. A lo largo de los años, y aun de manera reciente, diversas voces nos azuzaron para confrontarnos. Hoy pesan más las voces de nuestras familias y las de la gente que nos quiere, que nos impulsaron a reconocer la valía del afecto perdido entre nosotros y que hemos decidido recuperar.”
El público, visiblemente conmovido, respondió con aplausos de pie ante este gesto de madurez y humanidad, sellado con un abrazo entre ambos artistas, quienes agradecieron a quienes hicieron posible la película que los unió hace 25 años.
Proyección restaurada de la película y un concierto que evocó nostalgia
Tras el emotivo reencuentro, se proyectó la versión restaurada de Amores Perros, realizada en 2020 por Criterion Collection, Estudio México Films y Altavista Films, a partir del negativo original en 35 mm escaneado en 4K y 16 bits. El proceso fue supervisado por Alejandro González Iñárritu y Rodrigo Prieto, en colaboración con Harbor Picture Company en Santa Mónica, California, lo que permitió revivir con fidelidad la potencia visual y narrativa de la película.
La velada concluyó con un concierto en vivo de Gustavo Santaolalla, compositor de la banda sonora original, quien interpretó las piezas más recordadas del filme junto con otras de su repertorio. Su presentación cerró la noche con una mezcla de nostalgia, emoción y gratitud.
Una película que cambió la narrativa del cine mexicano para siempre
A veinticinco años de su estreno, Amores Perros sigue siendo un referente imprescindible del cine nacional. Su estructura narrativa, sus personajes y su mirada cruda sobre la vida urbana transformaron la forma de contar historias en México y abrieron el camino a una nueva generación de cineastas reconocidos internacionalmente.
El reencuentro de Iñárritu y Arriaga en este aniversario no solo celebró una obra maestra del séptimo arte, sino también la posibilidad de sanar y reconstruir vínculos a través del arte, recordando que la empatía, la colaboración y el respeto siguen siendo la esencia que une a los grandes creadores.
EDT.MX/JC