El Parlamento de Alemania aprobó legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, una decisión que equipara al país con muchos de sus socios occidentales. Aunque la canciller, Angela Merkel, votó en contra, allanó el camino para la aprobación al dar libertad a los miembros de su partido para pronunciarse según su “conciencia”.
La iniciativa, a tres meses de las elecciones generales, recibió el respaldo de 393 diputados. Angela Merkel, el jefe del grupo parlamentario demócrata-cristiano, Wolfgan Kauder, y otros 224 parlamentarios votaron en contra del proyecto que recoge para las parejas de distinto sexo los mismos derechos que para las heterosexuales —incluida la adopción—.
Se espera que el cambio legal entre en vigor antes de final de año en Alemania, de esta forma pasará a ser el país número 24 en legalizar el matrimonio igualitario, que ya es una realidad en otros como España o Estados Unidos.
Este lunes, la canciller sorprendió al indicarle a los legisladores que podían considerar el asunto como una “cuestión de conciencia”, permitiendo romper la disciplina de voto a los integrantes de su coalición conservadora, que está en contra de este tipo de uniones.
Las palabras de la canciller llevaron a la oposición de centroizquierda a solicitar una votación sobre la norma, que se añadió a la agenda de este viernes, la última sesión regular de la cámara antes de las elecciones generales del 24 de septiembre.
Aunque algunos en el bloque conservador de la canciller se pronunciaron en contra de la medida, el diputado demócrata-cristiano, Jan-Marco Luczak, instó a sus compañeros de partido a aprobar los enlaces homosexuales.
“Sería absurdo intentar proteger el matrimonio evitando que la gente se case”, dijo en su discurso ante la cámara.
Alemania permitía desde 2001 que las parejas homosexuales se inscribieran como parejas civiles, pero los enlaces seguían sin plena igualdad jurídica y derechos, como la adopción.
La nueva ley tardará unos meses en entrar en vigor porque necesita el visto bueno de la cámara alta del Parlamento y debe ser sancionada por el presidente, dos procesos meramente formales. Se espera que sea disputada en los tribunales.
Tras la votación, Merkel dijo a periodistas que su voto en contra se basó en su interpretación de la ley alemana de matrimonio.
“Para mí, el matrimonio es, según nuestra Constitución, una unión entre un hombre y una mujer, es por ello que he votado contra el proyecto de ley”, señaló.
Sin embargo, la canciller comentó que había cambiado de opinión, sobre la adopción por parejas del mismo sexo, a la que antes se oponía alegando el “bienestar” de los menores.
“Espero que la votación de hoy no solo promueva el respeto a distintas opiniones sino que también traiga mayor cohesión social y paz”, agregó.