TAILANDIA, 7 de octubre, (EDT).— Una terrible tragedia sucedió el pasado sábado en la catarata de Haew Narok, en el Parque Nacional Khao Yai en Tailandia. Seis elefantes murieron al resbalar por la también conocida como la “cascada del infierno” y otros dos animales fueron rescatados al borde del precipicio en la cascada.
Funcionarios del parque reportaron que alrededor de las 3:00 horas, escucharon elefantes “que pedían ayuda” y, horas más tarde el departamento de Parques Nacionales, Vida Silvestre y Conservación de Plantas de Tailandia emitió un comunicado en el que informaba de los seis decesos ocurridos en la cascada Haew Narok.
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— Milenio (@Milenio) October 6, 2019
Una manada de elefantes se encontraba en la cascada y, al parecer, una cría de 3 años fue la primera en caer al resbalar en las rocas. El resto de los animales se despeñaron al tratar de ayudarse, según publica la BBC.
“Fue un accidente. A menudo hemos visto que esto ocurre”, ha declarado el ministro de Recursos y Medio Ambiente, Varawut Silpa-archa. En 1992 una manada de ocho elefantes murió en el mismo lugar es similares circunstancias.
Las consecuencias pueden ser graves para los sobrevivientes, pues se sabe que los elefantes dependen de los demás integrantes de la manada para sobrevivir. Además, el incidente también podría tener un costo emocional. Se sabe que los elefantes muestran signos de dolor. “Es como perder a la mitad de tu familia”, declaró Wiek, fundador de la Fundación de Amigos de la Vida Silvestre de Tailandia, a la BBC.
El parque cuenta con una población de 300 elefantes salvajes, que viven en un territorio de unos 2,000 kilómetros cuadrados de bosques y praderas, junto a osos y gibones, entre otras especies salvajes.
La zona es destino turístico. El acceso a la zona ha sido cerrado temporalmente tras el siniestro.
EDT/TIV