Por: Valeria García Salgado
Mujeres, niños, bustos, figuras religiosas, insectos, raíces, músicos, parejas y hasta árboles, son algunas de las figuras que la escultora mexicana Gogy Farías ha diseñado y moldeado para el mundo en sus 40 años de carrera como artista.
Desde 1978 Gogy comenzó a entregarse profesionalmente al arte tras un acto decisivo y persistente. La artista se interesó por las artes plásticas desde lo simple, cuando era apenas una niña y observaba su entorno donde veía lo estético de su mundo, apreciaba los colores de sus juguetes, su ropa, su habitación y sus formas y tamaños. Fue el hábito de no serle indiferente a su medio ambiente lo que la orilló poco a poco a su oficio como escultora.
Estudió Artes Plásticas en la Universidad Iberoamericana y en el intermedio de su carrera aplicó también para la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, escuela perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que es el organismo cultural más importante del gobierno mexicano para desarrollar la educación y la investigación artística.
Gogy Farías antes que ser escultora es mexicana, es mujer. Ha sido madre, esposa, hija, amiga y compañera, pero incluso antes de todos esos sustantivos es un ser humano y uno al que el alma, los sentimientos, el entorno y la existencia le resultan esenciales para la felicidad de cualquier persona. Es por ello que todo el trabajo de Gogy ha estado influido por su sensibilidad ante el mundo que la rodea, “Si eres indiferente a lo que estás viendo o estás pensando en otras cosas no puedes penetrar en la imagen. Saber ver es vivir con tus sentidos el momento. Mi fuente de inspiración es la vida”, contó Gogy para entrevista con AlmomentoMX.
Su primer éxito profesional fue en 1980 cuando Gogy decidió participar en un proyecto coordinado por el entonces Regente del Distrito Federal, el profesor Carlos Hank González. Luego de presentar algunos bocetos propios, el comité finalmente seleccionó dos de sus obras, El Gobernante y La Familia, esculturas que se colocaron en el Jardín Escultórico del Bosque de Chapultepec y que hasta la fecha siguen ahí.
El Gobernante es la obra más importante de su carrera artística, se trata de una escultura de bronce que muestra a un caballo de tres cabezas con partes de su cuerpo huecas y un jinete al mando. La obra, según palabras de la escultora, está basada en un concepto de composición muy abstracto, “Las tres cabezas representan la mente humana, una es el ello, el subconsciente; otra es el ego, el consciente y la última el súper ego que es la mente; el jinete es la razón, la luz divina y es quien maneja las riendas de la vida”, explicó Gogy.
Rompiendo el Círculo es otra de sus obras más importantes, esta escultura de bronce está ubicada desde el 2006 en la Unidad Profesional “Lázaro Cárdenas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), mejor conocido como El Casco de Santo Tomas y es la representación del ser humano terminando con los atavismos de la vida y con las cosas que no te permiten continuar.
Esta obra también fue pintada sobre papel Guarro en 1986 y por el trabajo de grabado Gogy recibió el Foire International de l’Estampe á Paris, premio otorgado por el FIEST 86.
Todo el trabajo de Gogy Farías representa su vida, sus memorias, sus sueños, su país y el amor que siente por la belleza humana. Cada una de sus obras tiene nombre y registro, su principal intención es la esencia del alma humana en todas sus manifestaciones y la mejor manera que tiene para hacerlo es expresando su pasión por medio de sus manos.
En realidad su primer acercamiento con las artes plásticas fue la pintura. Gogy se desenvolvió en esta rama por las enseñanzas de su maestro Edgardo Coghlan, uno de los pintores mexicanos más importantes que tuvo el país ya que Edgardo fue un especialista en acuarelas que representaban paisajes y personas mexicanas.
Fue de los cuadros de mercaditos que pintaba su maestro que Gogy se vio influenciada por el contexto mexicano, su gente, sus costumbres, su comida y su etnia. Así, en 2014 la escultora presentó una colección de poco más de 30 obras en honor a Amalia Hernández, una de las bailarinas mexicanas de ballet folklórico más importantes.
El tema de la obra fue Perfil Mexicano y es un arte que nos muestra el amor de madre, la devoción, campesinos, indígenas, mexicanos trabajadores, vestimentas típicas, músicos y artesanos, Una mujer vendiendo flores en la puerta de mi casa hace 40 años me inspiró a hacer una marchanta con su rebosito en su cabeza y su morral atrás en la espalda y le hice su escultura”, contó la artista.
Entre las piezas más importantes de la colección destacan para la artista la vendedora de sandía, la vendedora de flores, las faldas de mariposa y el son de la negra. Para Gogy esta fue una forma de preservar la identidad de su país, “México es el amor de mi vida. Me siento muy orgullosa de ser mexicana”.
A pesar de ser una escultora con presencia en más de 15 países, premios y reconocimientos, Gogy ha tenido tropiezos y piensa que un verdadero artista no se forja por su talento sino por su pasión, entrega, disciplina, perseverancia, dedicación y confianza “De cada obra aprendes, así como hay éxitos hay fracasos y hay que conocer los dos, el chiste es no rendirse”.
Este 2018 Gogy Farías cumple 40 años como artista profesional, sin embargo, reconoce que aún hay muchos jóvenes que no tienen las oportunidades para incursionar en el mundo del arte por la falta de capital y oportunidades que hay para los artistas, sumando el desinterés de las personas “la gente no te toma como artista profesional porque pocos saben del ejercicio que representa, los conocimientos que necesitas para crear una obra que tenga metodología, técnica y oficio, que contenga la psicología, la filosofía y la composición”, mencionó.
Debido a esto, Gogy ha pensado en la posibilidad de crear un museo en Cuernavaca, Morelos, para dar mayores oportunidades a los artistas que necesitan darse a conocer y abrirles camino de manera profesional.
Aún después de 40 años de trabajo Gogy no olvida los inicios de su carrera profesional ni los objetivos artísticos con los que comenzó, sin embargo, se muestra orgullosa por las fronteras que su arte ha logrado atravesar y los lugares y personas que ha conocido en su trayectoria, “Cada momento lo vivo intensamente […] y nunca me imaginé que iba a superar mis expectativas de amor al arte. Realizar un pequeño torso, una pequeña figura para mí era grandioso, pintar un cuadro que me gustara era superlativo, nunca me imaginé que me contrataran para hacer una escultura para Chapultepec y mucho menos hacer esculturas para Juan Pablo ll”, contó Gogy.
El trabajo de Gogy Farías sigue presente y ella aún tiene varios proyectos que realizar, por lo tanto, para este 40 aniversario planea una exposición y la publicación de un libro que contará anécdotas y narraciones de su vida, además de memorias de su familia, su matrimonio y de su mismo trabajo porque para Gogy cada escultura por muy grande o pequeña que sea tiene una historia.
Las Horas del Sol, Perfil Mexicano, La Familia, Del Caos al Cosmos e Insectos son algunas de las exposiciones que Gogy ha presentado en su trayectoria como pintora y escultora. Actualmente tiene una exposición permanente en Chicago, Estados Unidos y otra en San Miguel de Allende, en el Estado de Hidalgo, México.
A pesar de todas los incidentes que ha tenido en su trabajo y los proyectos que por diversas circunstancias personales y laborales no logró concretar, los sueños de Gogy siguen construyéndose con cada obra, con cada material, cada técnica empleada y cada hora dedicada a esculpir y crear, sin embargo, el sueño de seguir disfrutando su trabajo y continuar creando muchas obras más es lo que la mantiene creyendo en su arte.
Mientras las manos de Gogy Farías aún puedan esculpir y su mente aún pueda representar físicamente todas las historias que le quedan por contar; su arte y trabajo continuará existiendo y su significado será cada vez más grande.