CDMX.- La transformación cultural de la Ciudad de México fue compartida durante el “Foro Internacional Ciudad, Cultura y Territorio”, que se realizó este martes en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, preámbulo de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible MONDIACULT 2022; durante las mesas de diálogo, los asistentes conocieron los nuevos modelos culturales como las FAROS, PILARES y UTOPÍAS.
Desde el Anfiteatro Simón Bolívar, la directora General de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Magali Cadena Amador, compartió la gran descentralización cultural de la capital con el proyecto PILARES, y su antecesor, las Fábricas de Artes y Oficios (FAROS); mientras que la directora ejecutiva de Cultura de la Alcaldía Iztapalapa, María Antonieta Pérez Orozco, resaltó el déficit de infraestructura cultural de su demarcación, que se ha contrarrestado con las UTOPÍAS.
“La oportunidad de disminuir las brechas de desigualdad y ejercicio de los derechos culturales a través de políticas culturales es una oportunidad que la jefa de Gobierno (Claudia Sheinbaum Pardo) ha demostrado con una inversión histórica que ha impulsado la creación de infraestructura cultural, social y deportiva en una apuesta por el uso del espacio público para los ciudadanos”, expresó Cadena Amador.
La promotora subrayó que esta expansión cultural se debe a la reciente creación de uno de los programas culturales más importantes en la historia de la ciudad: los 300 Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES), que por primera vez convocó a 2 mil 500 personas enfocadas a la difusión del arte y la cultura sin categorías de élite, respetando las regiones, sus identidades, su historia, sus consumos culturales y sus patrimonios.
Por ello, Amador consideró a la Ciudad de México como la punta de lanza en las políticas públicas de los derechos culturales, y como ejemplo de ello celebró el impulso del programa Verano Divertido, que llega a más de 300 sedes durante este periodo vacacional para ofrecer una alternativa cultural a niños, niñas y jóvenes.
“En Iztapalapa, la política cultural tiene como objetivo garantizar el ejercicio de los derechos culturales de su población, para ello ha sido estratégico retomar el enfoque de proximidad, porque para los más pobres lo que está lejos no existe”, externó María Antonieta Pérez Orozco, quien compartió los pormenores del Proyecto UTOPÍAS (Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social).
La promotora enfatizó que las 10 unidades en operación, más otras dos próximas a incorporarse —Utopía Libertad, enfocada en la reutilización de materiales, y Barco Utopía, especializado en la divulgación científica del mundo marino—, buscan democratizar y evidenciar en los ciudadanos su capacidad creadora y portadora de cultura mediante el uso del arte público a favor del bienestar colectivo.
Asimismo, reiteró la consideración de Iztapalapa como un nuevo destino cultural con la creación también de Iztapasauria, que ha sido visitada por más de 800 mil personas, y el proyecto “Iztapalapa Mural”, que ha plasmado 8 mil 900 obras en azoteas y paredes.
Durante la mesa, moderada por Eduardo Vázquez Martín, coordinador ejecutivo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, también se contó con la participación del antropólogo José Antonio Mac Gregor, quien enfatizó que estos proyectos han resignificado el espacio público. “Después de 40 años, ahora la clave ya no es tanto la cultura para el desarrollo, sino la cultura como derecho, porque los derechos culturales replantean las políticas públicas culturales y la configuración identitaria”, dijo.
Esta mesa fue una de las cinco que se realizaron simultáneamente en diferentes salas del Antiguo Colegio de San Ildefonso: “Memoria territorial para la construcción social y cultural del futuro” con Alejandro Salafranca, “Innovación de destinos turísticos y productos culturales locales” con Alejandra Zorrilla, “Espacio y territorio digital para la construcción de comunidades locales y globales” con José Terrats, y “Ecologías urbanas y gestión cultural, factores clave para alcanzar la sostenibilidad” con Miguel Robles.
Además el Foro destacó por las conferencias magistrales del catedrático de la Universidad de Nueva York, David Harvey, y la del investigador, consultor y formador en políticas culturales y relaciones internacionales Jordi Baltà. El primero reflexionó sobre la necesidad de ver al capital no solo como un poder económico sino como un poder social, cuya estructura ética ha sido cuestionada en este siglo actual pese a la aceptación pública de sus inicios; sin embargo, se ha generado una urbanización adecuada para el capital pero no para la gente.
“Actualmente el 60 por ciento de las urbanizaciones benefician al capital, quizá el 30 por ciento beneficia a la gente, y aquí en la Ciudad de México encuentro la organización de un proyecto adecuado para la población y no para el capital”, externó el catedrático, quien enfatizó el logro de una economía de la vivienda digna generada por una conciencia política.
En su participación, Baltà encabezó la conferencia “Gestión y consolidación del ecosistema cultural y creativo desde lo local” en la que abordó las características que deben tener estos ecosistemas para lograr un desarrollo sostenible a futuro.
Para Baltà, los ecosistemas deben ser abiertos y reconocer la pluralidad, deben permitir la incorporación de nuevos agentes transversales que conecten lo cultural con los desafíos de la sostenibilidad, la adaptación y la regeneración; deben ser consistentes y buscar el desarrollo propio y el de los otros, mientras a su vez son dinámicos en la búsqueda constante de soluciones desde lo local; y colaborativos para entender la importancia de las relaciones basadas en la mutualidad y reciprocidad.
Para lograr las características de estos ecosistemas, el especialista plantea 10 ideas, algunas de las cuales son buscar una vida cultural más a medida de quienes se encuentran en los márgenes, priorizar la dimensión colectiva de la cultura, contribuir a regenerar la relación con el planeta y favorecer las colaboraciones entre agentes culturales, educativos y sociales.
Este Foro, presentado por la Secretaría de Cultura capitalina, fue el preámbulo a MONDIACULT 2022, Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, iniciativa convocada por el organismo internacional hace 40 años, cuando tuvo su primera edición en la Ciudad de México, y será nuevamente acogida por nuestro país del 28 al 30 de septiembre.
EDT.MX/CV