LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Yorgos Lanthimos se ha ganado a pulso convertirse en uno de los cineastas más interesantes y admirados del cine actual. Su visión extraña y deformada del mundo que nos rodea ha hecho que La favorita, Canino o El sacrificio de un ciervo sagrado sean algunas de las mejores películas del siglo XXI. Una lista a la que ahora hay que sumar Pobres Criaturas, que tras su presentación en el Festival de Venecia repite éxito en su paso por Sitges.
De acuerdo con el portal Cinemanía, en una revisión del clásico Frankenstein, de Mary Shelley, Pobres Criaturas aborda la historia de Bella Baxter, una criatura creada a partir del cadáver de una mujer de alta alcurnia que decidía quitarse la vida estando embarazada. El doctor Godwin Baxter encuentra el cuerpo y decide experimentar al introducir el cerebro del recién nacido en Bella. Un monstruo al que su creador intenta atar en corto, pero cuyas ansias de descubrir el mundo y encontrarse a sí mismo rompe todas las cadenas posibles.
El metraje recoge el aprendizaje que la criatura desarrolla a medida que va interactuando con el mundo. Partiendo de lecciones tan básicas como andar, comer, hablar o aprender a comportarse en público, su capacidad intelectual incrementa diariamente hasta germinar en interesantes debates y reflexiones sobre filosofía, política o sociología, entre muchos otros ámbitos.
No obstante, Lanthimos logra desengranar para el público temas de gran complejidad transformándolos en diálogos divertidísimos que despiertan la carcajada constante ante las situaciones más surrealistas posibles. Algo que también hay que agradecer al material del que partía el cineasta griego, más allá de la obra original de Shelley, con la novela homónima escrita por Alasdair Gray en 1992.
A Emma Stone no se le resiste ningún registro, del cine de superhéroes con The Amazing Spider-Man, hasta los musicales como La La Land, pasando por el drama absoluto con Criadas y señoras. Todas interpretaciones sublimes. Una serie de papeles que ahora quedarán obnubilados por su interpretación en Pobres Criaturas, que indudablemente se transforma en el mejor de su trayectoria.
En su papel como Bella Baxter, la criatura creada en los experimentos científicos de Godwin Baxter (Willem Dafoe), Emma Stone entrega todo de sí misma, sorprendiendo especialmente en las numerosas y bizarras escenas de sexo de Pobres Criaturas, donde la actriz demuestra su valentía para situarse en los lugares más extremos e insospechados. Todo mientras su personaje anhela encontrar su propio lugar y progresivamente avanza en la búsqueda de la libertad.
Acompañan a Stone en el reparto unos impresionantes Mark Ruffalo, en el papel del dandi que secuestra a Bella; el citado Willem Dafoe, como el creador atormentado por su obra; y Ramy Youssef, como el pupilo de Godwin y prometido paciente de la protagonista. Un trío de actores que nos regalan interpretaciones hilarantes que sirven de contrapunto perfecto al viaje de autodescubrimiento de la criatura.
Más allá del ámbito interpretativo, el lado técnico del filme de Lanthimos es delirante. Pobres criaturas es digna de estudio en cualquier galería de arte. Cada plano es un cuadro que admirar. El juego con la construcción de los planos, del blanco y negro a los colores saturados, y la utilización del ojo de pez (como ya utilizara Lanthimos en La favorita) o el cierre del plano en un pequeño círculo, demuestran la maestría del cineasta para la construcción de puzles de miles de piezas que encajan a la perfección.
Algo a lo que se suma la construcción de decorados de ensueño a través de ciudades mágicas como Lisboa, Alejandría o París, así como en un diseño de vestuario que impresiona con los pomposos, cuidados y numerosos vestidos de corte victoriano de la protagonista. Una serie de elementos a los que se suma la emotiva y experimental banda sonora de Jerskin Fendrix, donde hay espacio para fados portugueses, chansons francesas y un baile entre Emma Stone y Mark Ruffalo, en una de las secuencias más desternillantes del filme.
Entre ‘perrogallinas’, carruajes a vapor y escenas de sexo que sonrojarán a más de uno, Yorgos Lanthimos ha vuelto a impactar al público situando a Emma Stone como una criatura en la búsqueda de su propia libertad y el lugar que quiere ocupar en el mundo. Todo sin renunciar al mejor humor, asuntos sociales de gran complejidad y un mimo milimétrico a cada pequeño detalle del filme. Una obra maestra.
AM.MX/fm