CIUDAD DE MÉXICO.- Es una preocupación a nivel global el agonizante estado de nuestro planeta, causado por la contaminación y los daños irreversibles que los seres humanos ocasionamos. Esta preocupación ha llevado a nuestros gobiernos, organizaciones internacionales y científicos de todo el mundo a buscar formas de mitigar el daño y evitar las consecuencias que causaría el seguir contaminando el planeta a la velocidad que lo hemos hecho en los pasados 50 años.
De acuerdo con Diario de Frente, estos esfuerzos motivan a las agencias espaciales de todo el globo a buscar alternativas como otros planetas habitables para los humanos. A pesar de sus buenas intenciones, como es naturaleza del humano, con el comienzo de la carrera espacial en 1957 con el primer lanzamiento del satélite “Sputnik 1” por parte de la U.R.S.S, también comenzó la contaminación del espacio ultraterrestre.
Desde ese primer lanzamiento, según la Agencia Espacial Europea, “se han lanzado y puesto en órbita cerca de 12 mil 460 satélites, 7,840 siguen en el espacio, de los cuales 5 mil de ellos aún funcionan”.
Se han reportado casi 9 mil toneladas de desechos espaciales, que crean un cinturón de basura alrededor de nuestro planeta, entre satélites inactivos, fragmentos de cohetes, combustibles líquidos congelados, armamento, e incluso trozos de pintura.
La velocidad a la que viajan estos desechos es de aproximadamente ocho kilómetros por segundo, que es en dónde radica su peligro, ya que podrían chocar con satélites en funcionamiento, generando aún más basura y dejándolos en disfunción. Estas colisiones son muy poco probables, pero con el paso del tiempo, podrían incrementar su probabilidad a un 20%.
Con el indispensable e inevitable crecimiento en la industria espacial, de igual manera deben actualizarse los tratados internacionales que regulan dicha materia, responsabilizando a los Estados parte, no solo por los desechos que pudieran ocasionar un daño al caer en la Tierra, sino por todos los desechos que generen en el espacio exterior.
Concientizar y actuar a tiempo para remediar la contaminación a nivel global, también debe encaminarse a prevenir la completa obstrucción del espacio ulterior ocasionada por la negligencia en el uso del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes.
AM.MX/fm