CIUDAD DE MÉXICO.- La presión alrededor de las teorías conspirativas sobre el estado de salud de Kate Middleton, la princesa de Gales y futura reina británica, fue tal que la Familia Real cometió el peor error de comunicación de su historia.
Desde que Kate ingresó en el hospital para someterse a una operación abdominal, los medios de comunicación y la opinión pública habían respetado el deseo de la Princesa de tener una convalecencia tranquila y con la máxima privacidad, pero sus últimos movimientos han desencadenado una crisis de credibilidad.
Aunque la princesa pidió disculpas por editar y publicar una imagen en la que aparecía con sus tres hijos celebrando el Día de la Madre, la bola de nieve no ha hecho más que crecer.
Si la imagen de Kate con sus tres hijos, vestidos informalmente, frente a un árbol con hojas verdes en pleno invierno, pretendía tranquilizar los ánimos por la salud de la princesa, el hecho de que fuera retocada produjo el efecto contrario: alimentó aún más las múltiples especulaciones y la credibilidad de la corona británica se ha visto muy dañada.
Las agencias de noticias más importantes del mundo emitieron un urgente killer el domingo para matar la foto que el palacio de Kensington publicó porque la consideraron “falsa” y fuera “de sus estándares” para publicación de su base de datos.
De esta forma la credibilidad, hasta entonces inalterable del palacio, ha quedado dañada para siempre frente a los editores de noticias que de ahora en más la chequearán como a cualquier otro foto de otro origen. Un daño irreparablepara la realeza, que vive de la imagen.
Kate Middleton, uno de los miembros de los Windsor con mayor popularidad que nunca había dado un paso en falso, se ha enfrentado a sus peores 36 horas desde que forma parte de la Familia Real. Desde ahora Kate ya no es la protegida de la prensa. El problema es que esta crisis llega en un momento pésimo.
Carlos III está afectado por cáncer y la reina Camilla agotada por tener que presidir tantos actos en solitario a su edad. Por su parte, el príncipe Guillermo no parece destacar a nivel mediático y Kate Middleton está ausente y envuelta en el misterio. A todo esto se suma que la Casa Real está mermada desde la marcha del príncipe Harry y Meghan Markle.
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EDT/kmj