CIUDAD DE MÉXICO.- Con el incremento de las temperaturas y el mayor tiempo al aire libre, es fundamental abordar un tema que afecta a millones anualmente: el cáncer de piel por exposición solar.
La luz solar, si bien es esencial para la vida en la Tierra, también emite radiaciones ultravioleta (UV) que pueden ser perjudiciales para la piel. El melanoma, reconocido como el tipo más letal de cáncer de piel, tiene en la exposición excesiva a estos rayos UV su principal desencadenante. Esta conexión resalta la importancia de una protección solar adecuada, especialmente en los meses de mayor calor.
La protección contra el sol va más allá del simple acto de aplicar protector solar. Expertos en dermatología enfatizan la necesidad de adoptar un enfoque multifacético para minimizar el riesgo de quemaduras solares y, por ende, de cáncer de piel. Resulta sorprendente saber que la piel puede sufrir daños después de solo 15 minutos de exposición solar directa, incluso en días nublados o fríos, lo que subraya la necesidad de una protección constante, no solo durante el verano.
Es crucial comprender que todos estamos en riesgo de desarrollar cáncer de piel, aunque ciertos factores pueden incrementar esta susceptibilidad. La aparición de nuevos bultos en la piel, llagas que no cicatrizan, o cambios en los lunares existentes, son indicadores que no deben ignorarse. Estas señales requieren una evaluación médica inmediata para descartar o tratar a tiempo el cáncer de piel.
Además del uso de protectores solares con un alto factor de protección, la implementación de medidas adicionales como el uso de ropa protectora, sombreros y gafas de sol que bloqueen los rayos UV es fundamental.
AM.MX/fm