Ciudad de México.- El arte de los retratos es una disciplina que sumerge al espectador en la profundidad de la experiencia humana. Cada trazo y matiz captura la esencia de un individuo, transmitiendo una gama de emociones que van desde la alegría hasta la melancolía. La magia de esta forma de arte radica en su capacidad para capturar no solo la apariencia física, sino también la esencia interna del sujeto.
En este vasto campo artístico, el arte madonnari se destaca como una expresión única y conmovedora. Originario de Italia, el madonnari, o “pintor de madonnas”, retrata tradicionalmente a la Virgen María y otras figuras religiosas en las calles y plazas utilizando tizas de colores sobre el pavimento. Esta forma de arte efímero combina habilidad técnica con una profunda devoción espiritual, creando obras maestras temporales que sorprenden y conmueven a quienes las contemplan.
Aunque los retratos pueden ser subestimados en la actualidad, los artistas del arte madonnari son verdaderos maestros que desafían esta percepción. Con manos hábiles y corazones apasionados, transforman simples calles en galerías al aire libre, compartiendo su arte y su historia con el mundo. Cada trazo de tiza es una declaración de amor por el arte y la tradición, un testimonio de la belleza que puede encontrarse en lo efímero.
En un mundo que a menudo pasa por alto la importancia del arte de retratar, los madonnari nos recuerdan la belleza y el poder de esta forma de expresión.
A través de sus obras, nos invitan a detenernos, a contemplar y a apreciar la riqueza de la experiencia humana capturada en cada trazo de color. Son guardianes de una tradición antigua y etérea, cuyo legado perdurará en la memoria colectiva mucho después de que las últimas huellas de tiza se desvanezcan.
Desde Italia llega Giovanni, un artista madonnari de 28 años, quien ha estado viajando por Latinoamérica durante más de dos años y reside temporalmente en México, compartiendo su propio arte callejero basado en el madonnari en la Ciudad de México.
Giovanni compartió en una breve entrevista que su viaje por México comenzó en Cancún, pasando por Tuxtla, San Cristóbal, Oaxaca y Veracruz, antes de llegar a la capital, donde pasó más de una semana pintando. A pesar de algunos contratiempos en la CDMX, Giovanni mencionó: “Soy muy agradecido porque ahora estoy pintando en una zona central y me están dejando pintar, a la gente le encanta y a mí también me encanta compartir mi arte”.
El arte madonnari se centra en pintar rostros en el pavimento, y Giovanni explicó: “La mayoría pinto figuras religiosas, como es la tradición de este arte, pero también he pintado a Pitbull, en Veracruz pinté a Yuri y en Oaxaca a mujeres indígenas, mezclo, pero principalmente son rostros”.
Si deseas conocer el arte madonnari de las manos de Giovanni, puedes seguirlo en Instagram para explorar las obras que ha dado a conocer en algunos estados de la república mexicana: https://www.instagram.com/giova_la.crema/
EDT.MX/CV