HOUSTON, TEXAS.- Desde el inicio de la carrera espacial en los años 50, el espacio exterior se ha convertido en un vertedero, con más de 9 mil toneladas métricas de basura espacial orbitando alrededor de la Tierra, según estimaciones de la NASA. Esta basura, compuesta por fragmentos de cohetes, satélites desechados y otros restos de misiones espaciales, plantea una serie de preguntas urgentes sobre su peligrosidad y la posibilidad de limpiarla.
La basura espacial, definida como objetos creados por el hombre que ya no tienen ninguna función útil y orbitan alrededor de la Tierra, representa una amenaza real para las misiones espaciales y los satélites en funcionamiento. Con más de 25 mil objetos de más de 10 centímetros y millones de partículas más pequeñas, la posibilidad de colisiones es alta, con velocidades de hasta 15 km/s, lo que puede causar daños significativos.
Empresas como Astroscale en Japón están trabajando en soluciones para la eliminación activa de desechos orbitales. Con el lanzamiento de su satélite ADRAS-J, están dando pasos concretos hacia la captura y eliminación de escombros en órbita. Esta iniciativa se suma a propuestas como el remolcador nuclear Zevs de Roscosmos en Rusia, que aún está en fase de desarrollo pero promete contribuir a la limpieza orbital para 2030.
Aunque existen ideas innovadoras para abordar el problema de la basura espacial, su limpieza sigue siendo un desafío considerable debido a las limitaciones económicas y tecnológicas. Evitar la creación adicional de basura espacial a través del diseño adecuado de vehículos espaciales es una parte crucial de la solución, pero la eliminación de la basura existente requerirá inversiones significativas y avances tecnológicos.
A pesar de los desafíos, la limpieza de la basura espacial es una prioridad cada vez mayor para la comunidad espacial global. Con iniciativas tanto del sector privado como de las agencias espaciales gubernamentales, se espera que en los próximos años se avance en la eliminación y prevención de la basura espacial, garantizando así un entorno orbital más seguro para futuras misiones espaciales y la exploración
AM.MX/fm