CIUDAD DE MÉXICO.- Emilia Clarke sufrió dos hemorragias cerebrales en 2011 y 2013, las cuales pusieron en peligro su vida mientras interpretaba a Daenerys Targaryen en Game of Thrones. Pese al difícil momento de salud por el que atravesaba, la actriz temía ser despedida de la serie.
En una entrevista con Big Issue, Emilia Clarke señaló que no solo estuvo a punto de perder la vida, sino también su trabajo, pues las inseguridades se hicieron más grandes.
“Cuando tienes una lesión cerebral, se altera tu sentido de ti mismo a un nivel dramático, y todas las inseguridades que tienes sobre ti se cuadriplican de la noche a la mañana al llegar a tu lugar de trabajo”, contó la actriz.
La intérprete de la Madre de Dragones temía que los productores pudieran dudar de su aptitud para continuar interpretando a uno de los personajes más icónicos de la televisión y, en consecuencia, considerar la posibilidad de despedirla.
“El primer miedo que todos teníamos era: oh Dios mío, ¿me van a despedir? ¿Me van a despedir porque piensan que no voy a poder completar el trabajo?”
La actriz recordaba que estaba incluso tan preocupada por su futuro profesional, que llegó a pedir al personal médico que la dejasen morir, ya que estaba convencida de que no volvería a actuar.
La actriz admitió sentir constantemente el peso de la posibilidad de sufrir otro aneurisma mientras estaba en el set. Esta ansiedad, como ella misma describió, era tan abrumadora que pensaba que preferiría morir en el set.
“Bueno, si voy a morir, será mejor que muera en la televisión en vivo”, recordaba la actriz que pensaba en aquel momento.
Debido a toda esta situación, Clarke y su madre fundaron SameYou en 2019, una organización benéfica que trata de desarrollar una mejor recuperación de la salud mental de las personas que han sufrido aneurismas y otras lesiones cerebrales.
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EDT/kmj