WASHINGTON, D.C.- La campaña de Donald Trump está actualizando frenéticamente su estrategia, desechando los planes de caracterizar a su excontrincante Joe Biden como débil y probando nuevas líneas de ataque contra Kamala Harris, que es dos décadas más joven que el candidato republicano.
A unos 100 días de las elecciones —y a menos de dos meses de que empiecen las votaciones en algunos estados—, Trump tiene poco tiempo para definir a un oponente demócrata que surgió hace apenas unos días. Esta semana probó nuevos mensajes, con resultados dispares, en una llamada con periodistas sobre la frontera entre Estados Unidos y México, en apariciones televisivas y en su plataforma de redes sociales.
Trump ha reprochado a Harris, de 59 años, tener la “peor gestión fronteriza de la historia”, ser “tonta como una piedra” y una “fiscal débil” que “destruyó la ciudad de San Francisco”. Se ha burlado de su risa y sus aliados han dicho que Harris es una contratación “DEI” —abreviatura de diversidad, equidad e inclusión— y han insinuado que llegó a la vicepresidencia porque es una mujer de color.
Harris, por su parte, se ha apoyado en su anterior papel como fiscal, diciendo que conoce a los del “tipo de Trump”, en referencia a su condena por un delito grave y otros problemas legales.
La letanía de quejas de Trump sobre Harris presenta el riesgo de alejar a los votantes que necesita atraer: mujeres de los suburbios, adultos jóvenes, negros e hispanos. Los ataques que derivan en racismo y sexismo también podrían socavar el mensaje de unidad que los republicanos trataron de proyectar en su convención de nominación.
“El riesgo del mensaje republicano es que pueda resultar contraproducente y ser percibido como injusto y sexista”, dijo Alan Abramowitz, profesor emérito de politología en Emory University.
La virulencia contra Harris muestra hasta qué punto su aparición como probable candidata demócrata ha alterado la carrera presidencial de 2024. Durante meses, la campaña de Trump se preparó para competir contra Biden cuestionando su edad y su historial en materia de inmigración y economía. Ahora, a fines de julio, el cambio ha tomado por sorpresa a la campaña de Trump, obligándola a reescribir su mensaje.
AM.MX/fm