Por Francisco Medina
CIUDAD DE MÉXICO.- Queen formó parte de uno de los momentos más emblemáticos del Live Aid y, lo que es más importante, subió al escenario el 13 de julio de 1985 en el estadio londinense de Wembley, sin mucha expectación. Tras una serie de discos de gran diversidad estilística, que comenzó con ‘A Night at the Opera’, de 1975, que definió su carrera, Queen había perdido impulso a principios de los 80.
Después de una gran sequía entre 1983 y 1985 en la región árida del norte de Etiopía, en la cual se produjo lo que se denominó en ese entonces «el infierno de la tierra», la falta de alimentos y la poca agua que había, provocaron una muerte masiva de la población por culpa del hambre que reinaba.
La cadena de televisión BBC mostró al mundo lo que ocurría, esto impulsó al músico y actor Bob Geldof a viajar para conocer sobre el terreno lo que estaba pasando en África y posteriormente a crear la fundación Band Aid Trust, encargada de manejar y distribuir toda la ayuda que se lograra recaudar. La idea original de hacer un concierto benéfico para ayudar a las víctimas y de recaudar fondos para Etiopía, era del vocalista de Culture Club Boy George, y del baterista de la misma banda Jon Moss, los cuales anteriormente habían ayudado a Geldof.
Para lograr la atención del mundo, Geldof y su amigo Midge Ure, cofundador de la fundación y cantante de Ultravox, lograron comunicarse con la mayoría de los grandes y reconocidos artistas europeos de la época que, sin problema en participar, se hicieron presentes de manera voluntaria, formando Band Aid, la cual, grabó en 1984 Do They Know It’s Christmas?, canción de gran éxito mundial interpretada por artistas como Jody Watley, Kool & the Gang, Bananarama, Heaven 17, Duran Duran, Culture Club, Big Country, entre muchos otros.
La gran mayoría de artistas aceptaron en actuar y otros no, y el 13 de julio de 1985 a las 12:00 PM en Londres, el concierto dio inicio. El mega evento contó con el regreso de bandas como Queen, Led Zeppelin, Black Sabbath, Crosby, Stills, Nash & Young o The Who, hasta la participación de uno de los miembros de la banda más grande e influyente de la historia.
La gran participación de artistas logró que el evento resultara un gran éxito y marcara parte de la historia musical, mostrando al mundo que la música podía crear conciencia y ayudar a la gente de África.
La recaudación superó los 100 millones de dólares, el concierto fue retransmitido en directo vía satélite en más de 72 países y fue uno de los eventos musicales más vistos en todo el mundo.
Con motivo de este concierto memorable, el 13 de julio fue declarado Día Mundial del Rock.
La actuación de Queen se intercaló con la de artistas más grandes y contemporáneos. U2 acababa de impartir un curso de dos canciones sobre cómo dirigir al público, culminado con una majestuosa versión de 12 minutos de “Bad”. Después de Queen, estaban programados David Bowie, The Who (en su primera actuación en tres años) y Elton John.
Ese mismo día, el cartel del Live Aid incluía a Dire Straits (en pleno éxito de “Money for Nothing”), Paul McCartney, Sting y Phil Collins.
Entonces ocurrió algo, algo a lo que el cantante Freddie Mercury debe dar mucho crédito al guitarrista Brian May: Queen – completado por John Deacon y Roger Taylor – experimentó un impresionante renacimiento, remarcando su legado en un estallido de 20 minutos de pasión y furia ante un público londinense completamente entregado a la actuación.
Mercury estaba en todas partes: al piano para el comienzo de “Bohemian Rhapsody”, desfilando con su soporte de micrófono cortado durante “Radio Ga Ga” mientras el público de Wembley aplaudía al unísono, cantando con toda su emoción, convirtiéndose en el dueño de ese momento e hipnotizando al público. Fue un giro virtuoso que también sorprendió. Donde otros podían no haber destacado o ni siquiera estar a la altura del momento, Queen supo plantarse y demostrar todo lo que valían.
Todos los demás artistas también lo sabían. “Bastardos”, gritó John entre bastidores. “¡Habéis robado el espectáculo!” Queen intentó aprovechar ese impulso y organizó una gira de regreso a los estadios en 1986. Las ventas fueron rápidas, pero sería su último viaje por el mundo con Mercury, que empezó a perder la batalla contra el SIDA en esa época.
A lo largo del camino, la actuación de Queen en el Live Aid no ha hecho más que crecer en importancia. “Todas las bandas deberían estudiar a Queen en el Live Aid”, afirmó más tarde Dave Grohl. “Si realmente sientes que esa barrera ha desaparecido, te conviertes en Freddie Mercury. Le considero el mejor frontman de todos los tiempos”.
Es solo cuando miras atrás que te das cuenta de cuán grande, importante e icónico fue todo. En aquel momento estábamos muy compenetrados y listos para tocar. ¿Qué podemos hacer en 20 minutos? Pues bien, Queen eramos famosos por nuestros interludios, así que era obvio que haríamos uno grande. Dijimos: ‘¿Cuáles son nuestro grandes hits? ¿Qué es lo que le va a gustar a la gente? Les van a encantar “Bohemian Rhapsody” y “Radio Gaga” porque son las grandes canciones del tour’. Una vez nos sentamos ahí y decidimos cómo iba a ir todo, el resto de las cosas marcharon por sí mismas. Odio decepcionar a todo el mundo, pero no hubo ningún tipo de plan maestro, fue sólo sentido común”, declaró el teclista de Queen, Spike Edney.
A las 12 horas del 13 de julio de 1985 se dio inicio al espectáculo llamado Live Aid (en español, Ayuda en directo) en el Estadio Wembley de Londres con las siguientes palabras: “Son las 12 en punto en Londres, las 7 de la mañana en Estados Unidos, y en todo el mundo, es hora del Live Aid”. Luego de comenzar la ceremonia se dio la bienvenida a los príncipes de Gales Carlos y Diana, y posteriormente la banda Coldstream Guards abrió el concierto con el «Royal Salute» (Saludo Real).
El primer grupo en salir a escena fue Status Quo, que gozaba de gran popularidad en aquella época, y que provocó que el público comenzara a entusiasmarse y a disfrutar con cada artista o grupo que se presentara, interpretando algunos de sus más grandes éxitos: Rockin’ All Over the World, Caroline y Don’t Waste My Time, haciendo bailar y emocionarse a los aficionados. Mientras Status Quo se presentaba sobre el escenario, Geldof no dejaba de distraer y tratar de convencer a la familia real sobre la gran magnitud que el evento adquiriría en horas, no obstante, la realeza se retiró del evento unos momentos después.
Llegaría uno de los momentos más importantes del evento: Bob Geldof subiría al escenario en compañía de su banda: The Boomtown Rats, y serían protagonistas de uno de los momentos más alocados del evento. La banda comenzó su actuación interpretando I Don’t Like Mondays, y en la parte en donde la letra dice ” And the lesson today is how to die”, Bob levantó su puño izquierdo e hizo una breve pausa. Se había dejado entender que en ese momento aquel verso tomo un significado muy especial, y el público estalló en aplausos. Posteriormente, la agrupación hizo estallar al público en júbilo interpretando Drag Me Down y Rat Trap, generando un ambiente alegre y movido entre todos los presentes.
El evento poco a poco iba alcanzando el éxito y las primeras donaciones empezaban a llegar. Tomarían el escenario The Style Council, Adam Ant, Nik Kershaw, Sade, Spandau Ballet, y luego Elvis Costello, que tan solo armado de una guitarra eléctrica tocó el clásico de The Beatles All You Need Is Love, con la intención de encantar al público y logrando una gran respuesta de todos los asistentes ante aquella interpretación.
A un poco más de las 15 horas del día, subiría al escenario Sting, el cual fue muy bien recibido por parte de todos los presentes, y tras ganarse el cariño y la atención del público, se armó de tan solo una guitarra eléctrica para interpretar versiones acústicas de 2 éxitos de su antiguo grupo: Roxanne y Driven To Tears, y a pesar de no haber llegado a la talla de las versiones originales o de no haber logrado mucha emoción entre el público, sí logró consiguió mucha concentración por parte de todos los asistentes en el estadio. Luego de Sting, se subió al escenario Phil Collins, el cual también es alabado por las personas presentes, para luego interpretar al piano Against All Odds, In the Air Tonight y Long Long Way to Go (esta última canción con ayuda de Sting), también logrando buena respuesta entre los fanáticos.
Un momento destacado fue la actuación de U2, quienes tocaron una dura versión de Sunday Bloody Sunday, pero su segunda canción fue la que definió su actuación como mítica, ya que durante la interpretación de Bad, Bono eligió desde el escenario a una mujer del público para que pudiese bailar con él; y en vista de que la cantidad de gente impedía que la chica que escogió se acercase al escenario, el propio Bono bajó hasta donde se encontraba y la ayudó a salir, dejando durante toda esa estadía a Larry, Michael y a Dave tocando sin vocalista en el escenario. Aquella mujer contó en julio de 2005 que Bono le había salvado la vida, pues había demasiada gente amontonada lo cual impedía que la chica pudiese respirar. Esta rotura de barreras fue unánimemente destacada como un momento mítico del concierto por la prensa, la crítica y el público. Originalmente el grupo tocaría Pride (In The Name Of Love), pero todas las bandas y artistas tenían tan solo 15 minutos para su actuación, y debido a que la interpretación de Bad fue muy larga se vieron obligados a omitir la tercera y última canción de su listado.
Poco después de la legendaria actuación de U2, sale a escena Dire Straits, liderada por uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, Mark Knopfler. Comenzaron tocando Money for Nothing, su gran éxito de esa época, junto a Sting (músico)|Sting, para posteriormente interpretar una versión bastante profesional de Sultans of Swing y provocar un gran entusiasmo entre los espectadores por su notable interpretación musical. Posterior a su participación, la agrupación se tuvo que retirar del estadio debido a otro compromiso en un distinto local.
Según el público presente, la mejor de todas las actuaciones fue la participación de Queen, quien se lució tocando versiones recortadas para ajustarse a los veinte minutos por artista de seis de sus mejores clásicos, los cuales fueron Bohemian Rhapsody, Radio Ga Ga, Hammer to Fall, Crazy Little Thing Called Love, We Will Rock You y We Are The Champions; esta última fue interpretada como un himno por todos los presentes en Londres, Filadelfia, y por todos los espectadores en el mundo. Freddie Mercury también dio un impresionante dueto vocal con el público, muy característico de sus conciertos. Queen se había robado todas las miradas y los aplausos de cada rincón del planeta, y mientras esto ocurría, Bob Geldof subió enojado hasta el punto más alto del estadio, en donde se hallaba la cabina de transmisión de la BBC, entrometiéndose en la mitad de la grabación y exigir donaciones, percatándose que iban recaudando ya más de 1 millón de libras. Más tarde saldrían el guitarrista Brian May en compañía de Freddie a interpretar Is This the World We Created…?, con la cual cerraron su participación en el concierto. La actuación de Queen en Live Aid fue elegida a través de una encuesta musical como el mejor concierto de rock de todos los tiempos, logrando el 79% de los votos.12
La emoción conquistó al mundo y el objetivo del concierto en Londres se había cumplido. Al finalizar el público estalló en aplausos y gritos al igual que los artistas sobre el escenario, y para concluir con el evento, Bob Geldof dio las gracias a todos por el apoyo y por la gran recaudación que se logró para la ayuda de los pueblos hambrientos de África, dando paso directo vía satélite, al concierto de Filadelfia, que en ese momento ya se estaba realizando.
AM.MX/fm