PUEBLA, 18 de junio, (EDT).—El día de ayer se hizo viral un video que indignó a millones de internautas, pues un ancianito de 79 años fue abandonado en la calle con una pequeña bolsa de plástico que contenía algunas de sus pertenencias.
En las imágenes captadas por cámaras de seguridad que se difundieron por redes sociales, observamos a don Samuel, bajando de un auto azul, que al parecer es un Uber, con una bolsa de plástico que, según los testigos, contenía su ropa. El abuelito baja con dificultad y el conductor no tiene la amabilidad de esperar a que el señor descienda del auto y se suba a la banqueta. Se arranca hasta con la portezuela abierta y abandona al viejito en la colonia 3 de mayo, en Puebla. Pero esto no es lo peor, a continuación observamos cómo el señor Samuel intenta sentarse en la orilla de la banqueta y se cae.
https://twitter.com/LeonRhene/status/1140744184510459909
Lo más lamentable es que el señor Samuel le contó a los buenos samaritanos que se acercaron a ayudar, que esta no es la primera vez que intentan abandonarlo a su suerte en la calle.
Después de que lo encontraron abandonado, apareció una mujer que dijo ser hija del señor; aunque claro, los vecinos de la colonia le reprocharon todo lo que había pasado con él. Es más, hasta le enseñaron el video pero no le importó, agarró a su papá y se lo llevó sin decir ni una sola palabra.
Algunos usuarios de redes sociales lograron identificarlo, porque vivía en la colonia México 83 de la capital poblana, pero es más conocido en otra colonia, Malintzi; donde cortaba el pasto y barría algunas casas e iglesias. Vecinos han dicho que el señor Samuel tenía más de 5 hijos, pero que ya no supieron nada de él cuando se mudó de la colonia Malintzi.
Al parecer continúa viviendo con alguno de sus hijos, quien no quiere hacerse cargo de su cuidado. El abandonar a un anciano en la calle es un delito que se castiga hasta con 3 años de prisión.
De hecho, en el caso de la CDMX existe una tabla de sanciones para quienes abandonen, maltraten, exploten o discriminen a los adultos mayores o personas con discapacidad. Recordemos que tenemos que ser agradecidos con los abuelitos que en algún momento fueron quienes nos procuraron cuidados y atención. ¡Un poquito de humanidad, por favor!
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EDT/TIV