CIUDAD DE MÉXICO.- La última entrega de los Premios Emmy dejó grandes ganadores, y también grandes perdedores. Tal es el caso de Better Call Saul, serie spin-off de Breaking Bad que, luego de seis temporadas y 53 nominaciones, no logró llevarse ningún Emmy a casa.
La precuela de Breaking Bad este año estaba nominada en siete categorías, incluyendo mejor serie dramática, mejor actor, mejor actriz de reparto y dos nominaciones en guión. En su lugar, Succession arrasó como la mejor serie dramática, con el mejor guión, y el Emmy a actor principal para Kieran Culkin, mientras que Jennifer Coolidge se impuso como actriz de reparto.
Breaking Bad, la serie original de la cual Better Call Saul es una precuela, ganó previamente 16 premios Emmy, incluyendo dos veces el galardón a mejor serie dramática.
El “ninguneo” a Better Call Saul por parte de los Emmy a lo largo de tantas ediciones ha sido especialmente sonado en redes, pues no ha caído nada bien entre los fans la sequía de reconocimientos durante tantos años, pues ni siquiera logró triunfar en las categorías técnicas.
Curiosamente, no solo Better Call Saul se fue con las manos vacías en esta importante noche. Otros programas como Ted Lasso, The Last of Us y La maravillosa Sra. Maisel, pese a sus múltiples nominaciones y premios previos, tampoco lograron llevarse una estatuilla durante la ceremonia.
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EDT/kmj