CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, 20 de julio, (EDT).- Fanáticos de una de las mejores series de todos los tiempos, sí estamos hablando de Breaking Bad, están conscientes de que han pasado 10 años ya de que esta serie llegó a nuestras vidas y nos mantuvo fines de semana enteros pegados a nuestro sofá y en los mejores casos en nuestras camas con nuestro tazón de palomitas sin poder despegar la mirada porque cada capítulo nos mantenía en el suspenso total.
La maravillosa fotografía de las primeras escenas de cada capítulo y descubrir dónde iba a colocar Vince Gilligan el color verde era una cosa que nos tenía a la expectativa. Pues así de rápido pasan los años y ni el productor de la serie podía creer que ya había transcurrido una década.
La celebración se llevó a cabo el día de ayer en el famoso salón H de la Comic-Con de San Diego donde se reunieron los protagonistas de la serie: Bryan Cranston (Walter White), Aaron Paul (Jesse Pinkman), Anna Gunn (Skyler White), Dean Norris (Hank), Betsy Brandt (Marie), RJ Mitte (Walter Jr.) y Giancarlos Esposito (Gus Fring).
Realmente fue una reunión familiar tal y como el productor deseaba celebrar una ocasión tan especial, pero con público lo que la convirtió en una verdadera fiesta. El momento tierno del festejo lo puso Aaron Paul cuando apareció con su bebé vestida con el mono amarillo con el que Jesse cocinaba la metanfetamina.
Desmayado.#SDCC2018 pic.twitter.com/Q870tlwvUS
— Baini 📷🧣 (@Lbaini) July 20, 2018
Por su parte, Cranston habló sin pudor alguno de sus famosos calzoncillos blancos del primer episodio, “lo único que tienen en común Breaking Bad y Malcolm in the Middle”, bromeó el protagonista de ambas series y Gilligan contó lo feliz que estuvo con la decisión de no matar a Jesse pues la serie no habría sobrevivido sin él.
La serie que tuvo una duración de 62 episodios estuvo nominada a un total de 145 galardones. Paul fue candidato al Emmy por cada temporada, premio que ganó en tres ocasiones, mientras que Cranston ganó cuatro de estos trofeos. Pero para Gilligan el éxito de la serie, cuya premisa era un maestro de química que al descubrir que moría de cáncer pulmonar decide convertirse en narcotraficante y de ser un amoroso padre de familia, se va transformando en un tipo sin escrúpulos, fue toda una sorpresa. Para Gilligan, Breaking Bad fue todo un experimento sociológico: “Es una estupidez, pero quería ver cuán bajo podía llevar a un personaje de gran humanidad sin perder empatía”. El experimento llevó la contra a todas las reglas televisivas. Gilligan pensó que su público abandonaría a un personaje tan salvaje como el de Walter White. “Pero cuanto más abominable lo ponía para sus seguidores, más se aferraban a él”, recordó con humor y desde luego reconoció que esto fue debido al excelente trabajo de Bryan Cranston.
EDT/TIVR