LA HABANA/SEMlac.- Mensajes de empoderamiento, alertas sobre la violación sexual, el maltrato emocional, la trata, la violencia al interior de los hogares, el techo de cristal, la necesidad de recursos para las víctimas y la importancia de la lucha colectiva para erradicar este problema pueden apreciarse entre las obras del Concurso de carteles por la no violencia contra la mujer, del proyecto estudio-taller Cartelon. Gráfica Cubana.
La premiación del certamen tuvo lugar en la Embajada del Reino de los Países Bajos, el martes 3 de diciembre, en el contexto de los 16 días de activismo por la no violencia hacia las mujeres y las niñas.
Yumey Besú Payo, director ejecutivo de Cartelon, expresó su agradecimiento a la embajada por su colaboración en el desarrollo de un proyecto que también busca formar a la población más joven en campañas de bienestar social.
“Queremos que el cartel sea una herramienta que no solo aborde temas culturales, sino que se vincule con problemáticas sociales que nos humanizan y enriquecen como diseñadores y profesionales”, afirmó.
Nadia Verwaal, embajadora adjunta de los Países Bajos en Cuba y parte del jurado del concurso, destacó la importancia de crear espacios de intercambio y realización artística enfocados en la no violencia hacia las mujeres y las niñas.
Casi una de cada tres mujeres sufre violencia a lo largo de su vida. Entre las jóvenes, una de cada cuatro adolescentes es maltratada por su pareja. Estas estadísticas son alarmantes y reflejan una dura realidad para muchas mujeres. No son solo números, son vidas, subrayó.
Verwaal remarcó que la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más extendidas, pero enfatizó que es evitable.
La Campaña Naranja, que comenzó el 25 de noviembre, busca sensibilizar a la población y generar acciones a nivel mundial para erradicar el maltrato.
El concurso recibió un total de 65 propuestas, provenientes de 40 diseñadores, de las cuales solo 10 fueron seleccionadas como finalistas. La pieza ganadora, diseñada por Lorena Navarro Noa, promueve un gesto de auxilio con una mano, un símbolo que ha ido ganando reconocimiento internacional desde su lanzamiento en 2020.
Este cartel utiliza el hashtag #SignalForHelp, convirtiéndose en un recurso valioso para que las mujeres que sufren violencia puedan pedir ayuda de manera discreta, incluso en situaciones de vigilancia por parte de sus agresores.
“Mi cartel enfatiza la señal universal de ayuda que se ha difundido en redes sociales”, explicó Navarro. “Quería destacar que, entre la multitud, hay mujeres que están siendo maltratadas y que necesitan ser escuchadas. Es fundamental que seamos conscientes de esta realidad”, dijo a SEMlac.
Violencia contra mujeres y niñas: del cartel a la gran pantalla
El espacio fue propicio para la presentación de muestras audiovisuales de GoCuba que abordan, entre otras temáticas, la violencia contra las mujeres y niñas, y cuyas directoras o guionistas son, en muchas ocasiones, mujeres.
Rosa María Rodríguez Pupo, cineasta cubana y productora ejecutiva de GatoRosafilms, dijo que “en los últimos nueve años, el fondo GoCuba ha premiado y apoyado más de 77 proyectos de cine independiente, muchos de los cuales han ganado premios a nivel internacional. Esta iniciativa es crucial para visibilizar las voces de las mujeres en la industria cinematográfica”, manifestó.
En la nación caribeña, lfas mujeres cineastas enfrentan la falta de financiamiento y es notable que en 2022, por primera vez, una cubana lograse dirigir su segundo largometraje de ficción, sostuvo Rodríguez Pupo.
Muchas de ellas han encontrado su voz en el cine documental, dado que las películas de ficción suelen ser mucho más costosas de producir. Estos trabajos no solo abordan la violencia que muchas han experimentado, sino que también reflejan una variedad de temas respaldados por este fondo, como los derechos humanos y derechos de la comunidad LGBTIQ+, los de las mujeres, el apoyo a la obra de cineastas afrocubanos y de las mujeres dentro de la industria cinematográfica.
Rodríguez Pupo también habló sobre La Burbuja Lab, una residencia cinematográfica para mujeres de Centroamérica y el Caribe, que busca fortalecer la producción de cine realizado por mujeres y dar visibilidad a narrativas a menudo silenciadas.
“La residencia ofrece un espacio seguro para que las cineastas exploren y fortalezcan sus visiones creativas, desde la escritura hasta la producción”, concluyó.
“La organización de la residencia surge de la necesidad de las cineastas cubanas de poder realizar sus propias películas. Aún no he podido concretar mi ópera prima y muchas mujeres en nuestra situación sabemos que, si no nos abren los caminos, debemos abrirlos nosotras mismas. Así nace La Burbuja Lab, con el deseo de que las mujeres puedan hacer su cine”, dijo.
La convocatoria para la segunda edición de esta iniciativa se abrió el 25 de noviembre y se extenderá hasta el 25 de diciembre de 2024. Se invita a mujeres cineastas de Cuba y la región a postularse con proyectos que reflejen sus historias desde una perspectiva femenina, una mirada que frecuentemente está ausente en la gran pantalla.
AM.MX/fm