CIUDAD DE MÉXICO, 25 de abril (EDT).— Un equipo de exploradores y científicos publicó el catálogo más completo de virus océanicos que se ha realizado hasta la fecha. Contiene casi 200 mil de ellas eran desconocidas hasta ahora.
Las especies descubiertas durante el estudio, realizado durante una expedición a bordo del velero llamado Tara, superan ampliamente las 15 mil conocidas de estudios oceánicos anteriores en estas aguas.
Los hallazgos, publicados en la revista Cell, tienen implicaciones para comprender los problemas que van desde la evolución hasta el cambio climático, porque ayudan a crear una nueva imagen de nuestro planeta y cómo puede verse afectado por las interacciones entre los organismos.
“Los microbios del océano absorben la mitad del dióxido de carbono que emitimos los humanos a la atmósfera. Los virus probablemente controlan este proceso que mitiga el impacto climático de los humanos. Necesitamos entenderlos para no cortocircuitar su actividad”, explica Matthew Sullivan, autor principal del estudio.
Entre las sorpresas estuvo la existencia de cerca de 200 mil virus marinos desconocidos. Además, el análisis de la metacomunidad mostró que los virus se organizaron en cinco zonas ecológicas distintas en todo el océano, lo cual fue inesperado dada la naturaleza fluida de los océanos y la complejidad de muchas de las regiones marinas.
Además, a pesar del paradigma de organismos más grandes de que la diversidad de especies es más alta cerca del Ecuador y más baja cerca de los Polos, los investigadores recolectaron una gran cantidad de muestras en el Ártico en comparación con estudios previos de la vida oceánica y encontraron un punto de acceso a la biodiversidad en dicho Océano.
Las muestras se recolectaron entre 2009 y 2013 en el velero Tara como parte del esfuerzo de Tara Oceans. Iniciado en 2006, el proyecto Tara tiene como objetivo realizar una ciencia oceánica única e innovadora con el objetivo de predecir y anticipar mejor los impactos del cambio climático.
Un equipo de científicos se dedicó a recolectar muestras de agua del océano desde diferentes profundidades en muchas regiones geográficas. Después de ser recolectadas, las muestras para este estudio se filtraron y se enviaron a una docena de laboratorios diferentes para su análisis.
Los investigadores dicen que tener una imagen más completa de la distribución y la abundancia de virus marinos les ayudará a determinar en qué virus deberían enfocarse para estudios futuros. Además, los mapas basados en esta investigación establecen una línea de base para otros esfuerzos de recolección en el futuro, que pueden ayudar a responder preguntas sobre cómo los niveles de microorganismos cambian con el tiempo, en respuesta a la variación estacional y al cambio climático.
EDT/dsc