Por Lizbeth Woolf
CIUDAD DE MÉXICO.- La aparición en público de Elliot Page como trans y no binarie, preparando la tercera temporada de ‘The Umbrella Academy’, y la presencia de los personajes de Jules en ‘Euphoria’ y de la Veneno en la serie de los Javis (Ambrossi y Calvo) parecen indicar que algo está cambiando en el mundo audiovisual.
Después de más de un siglo de historia del cine, tres personajes trans pueden ser los protagonistas de tres series de máxima audiencia. Y además están interpretados respectivamente por actores trans, con Hunter Schafer y Jedet Sánchez, Daniela Santiago e Isabel Torres haciendo tres versiones distintas de La Veneno. ¿Sucede lo mismo en el cine? Más o menos sí, o no tendría sentido hacer esta lista. Vamos a ello.
Las personas trans han sido borradas sistemáticamente del cine durante casi todo su primer siglo de historia. Podemos hacernos una idea de cuál era la situación en los años 50 si atendemos a que fue alguien tan absolutamente desconectado de Hollywood y de las normas vigentes de su época como Ed Wood -conocido como el peor director de la historia del cine- quien entregó uno de los primeros títulos sobre el tema.
Hasta la llegada de los Nuevos Cines europeos -como el del cineasta R.W. Fassbinder- o del cine independiente apenas se podía concebir un tratamiento de la transexualidad que no fuera patologizador o caricaturesco.
De hecho, aunque las identidades y sexualidades no normativas encontraron en el burlesque y en la cultura underground un lugar de expresión, que acabó conformando el New Queer Cinema a principios de los 90, no debe confundirse con las identidades transgénero.
Películas carnavalescas como ‘Las aventuras de Priscilla, reina del desierto’ (1994) no cedieron paso a otras manifestaciones más realistas hasta casi entrado el siglo XXI con películas como ‘Mi vida en rosa’ (1997) o ‘Todo sobre mi madre’ (1999). Desde entonces, y a pesar de una virulenta reacción, el cine ha ido avanzando lentamente hacia una mayor diversidad sexual y representación de las personas trans.
Un punto y aparte en esta historia probablemente fue la polémica sobre si era adecuado que ‘La chica danesa’ (2015) estuviera interpretada por un hombre cisgénero o el rechazo de Scarlett Johanson tras varias críticas a interpertar un personaje transexual. Hasta entonces era común que actores y actrices como Hillary Swank o Jared Leto arrasaran en los Oscars disfrazándose de personas trans.
A partir de ‘Tangerine’ (2015) o de ‘Una mujer fantástica’ (2017), no obstante, parece que el sentido común se ha asentado y se deja que sean las propias personas trans las que puedan interpretarse a sí mismas.
Paralelamente, algunas de las mejores películas documentales recientes como ‘Una niña’ (2020) están acercando al público testimonios de primera mano haciendo que el cine hable, un poco más, de las historias de todes, de todas y de todos, y que antes de que nadie imprima en letras de acero su importantísima opinión sobre tema conozca cómo lo viven las personas a que les afecta.
El rostro (Ingmar Bergman, 1958)
Premio Especial del Jurado y una de las mejores (menos conocidas) obras de Bergman… La película ha sido recordada por la fotografía de Gunnar Fischer y el papelón de Max von Sydow, pero de lo que menos se ha hablado es del cambio de paradigma que supuso respecto al tropo “mujer se disfraza de hombre”. En ese caso, a von Sydow, un mago ambulante, lo acompaña el Doctor Aman, que tarde en la película se descubre como su esposa. Sin embargo, la película presta muy poca atención a la cuestión de género, lo que hace que la figura de Aman tenga un feel muy, muy queer.
‘Glen or Glenda’ (Edward Wood, 1953)
Considerada como una de la peores películas jamás filmada es, sin embargo, una de las primeras que pretendía tratar el tema de la transexualidad en Hollywood, pero su director se fue por las ramas a la hora de contar la historia, basada en hechos reales, de cambio de sexo de Christine Jorgensen, caso que estuvo también en todos los titulares de la época en Estados Unidos. Tendrían que pasar algunos años para que el cine presentara personajes trans menos caricaturescos y de mayor calado humano y artístico.
‘Women in Revolt’ (Paul Morrison, 1971)
Película producida por Andy Warhol, es una sátira del movimiento radical feminista protagonizada por las tres transexuales super estrellas de la Factory: Candy Darling, Jackie Curtis y Holly Woodland. Una manera del propio Warhol de saldar cuentas con la escritora feminista Valerie Solanas, quien disparó contra el artista en 1968.
‘Juego de lágrimas’ (Neil Jordan, 1992)
Una imprevista historia de amor con tintes de thriller psicológico en el que se tratan de temas como raza, género y sexualidad en el marco de la guerra entre el IRA y el ejército británico. Un clásico de los años noventa que cautivó a la crítica y al público.
‘Las aventuras de Priscilla, reina del desierto’ (Stephan Elliot, 1994)
Esta road movie musical, protagonizada por un hombre trans, una drag queen y un travesti que viajan a través de Australia para resucitar un viejo cabaret, puso en clave de humor y espectáculo los problemas de prejuicios y exclusión sufridos por sus protagonistas…
‘Mi vida en rosa’ (Alain Berliner, 1997)
El revolucionario drama belga de 1997 que se hizo con el Globo de Oro a la mejor película extranjera sigue a Ludo, el pequeño de la familia Fabre insiste en que es una niña. Tendrá que hacer frente a una familia y una comunidad que contradicen su certeza. Una emotiva propuesta que plantea el tema de lo trans a través de la inocencia infantil.
A Wong Foo, ¡gracias por todo! Julie Newmar (1995)
Esta comedia de 1995 dirigida por Beeban Kidron es también una road movie en la que tres drag queens se adentran en un viaje por los EE UU, desde Nueva York a Hollywood en un viejo Cadillac descapotable, con el objetivo de asistir al desfile de Miss Drag Queen de América.
Las tres protagonistas, Vida Boheme (Patrick Swayze), una americana blanca de clase alta, Noxeema Jackson (Wesley Snipes), una afroamericana musculosa y Chi-Chi Rodriguez (John Leguizamo), una joven y alocada latina, acabaran por compartir amistad, aventuras y peligros de camino a Los Ángeles, así como haciendo uso de su ingenio, su clase y su personalidad para salir airosas de cada situación.
Tras una avería mecánica, terminarán pasando un fin de semana en un pueblecito abandonado en medio de la nada, donde revolucionarán por completo a su población, quien estaba pidiendo a gritos un toque de vida y color como el que les dan nuestras tres protagonistas. Pensando en los peligros que acarrearía descubrir sus verdaderas identidades a cada persona que se encuentran por el camino, acaban entendiendo que siendo fieles a sí mismos tienen menos que temer que tratando de esconderse continuamente, a pesar de ser conscientes de que no todo el mundo (y sobre todo la América profunda) es tan tolerante como ellos quisieran.
En definitiva, acaba resaltando los estereotipos y las dificultades más recurrentes de las drag queens, sobre todo con la tan creíble actuación de Patrick Swayze, pero también desmiente otros tantos sobre los ciudadanos americanos de a pie.
AM.MX/fm