CIUDAD DE MÉXICO / SEMlac.- La historia de las luchas y las acciones del feminismo en México está documentada en Cuadernos Feministas, que surgió en 1997 como un proyecto de la militancia de las feministas radicales de izquierda, entre ellas, Josefina Chávez Rodríguez, Sara Lovera López y Ana María Hernández López que, sin financiamiento, -ni ellas se lo explican- se ha publicado cada año.
En la presentación de su número 39 en la librería Utópicas, conmemorando 26 años, se precisó que el equipo lo conforman Jossie Chávez como directora, Ana María Hernández López como editora y la diseñadora Iztaccíhuatl Alpízar.
Las integrantes del consejo que dio origen a la revista están juntas después de 27 años, con diferencias de enfoque, pero todas con la convicción de un feminismo crítico y transformador. Ellas son Fanny D’Argence González, Silvia Marcos, Marcela Lagarde, Elizabeth Maier, Lina Rosa Berrio y Rocío Duque.
“A nosotras, las mismas desde 1997. Diversas pero unidas en el objetivo. Nada nos callará. Gracias a nuestra convicción”, señaló Sara Lovera López.
Fue la directora Josefina Chávez Rodríguez, activista feminista desde finales de los sesenta, quien abrió la presentación y dio a conocer que fue en el contexto del levantamiento zapatista de 1994 en el que se visibilizó las condiciones de las mujeres indígenas a las que apoyaron con una clara posición, lo que impulsó este proyecto editorial, posible después de muchas discusiones. Así, la creación de Cuadernos Feministas ha sido fundamental para mantener las huellas y la memoria, de un movimiento vivo, universal y cambiante.
Recordaron a Nellys Palomo, quien hizo la propuesta, como una persona fundamental para el proyecto. Ella falleció en 2009, es la única que no está. Palomo impulsó la iniciativa acogida por Convergencia Socialista.
Las “cuadernas” son mujeres de diversas trayectorias de izquierda de los años setenta y ochenta, cuyas coincidencias las hacen converger en los Diálogos de San Andrés Larráinzar. Así se distinguirían del feminismo institucional.
Jossie Chávez destacó el consejo editorial extraordinario que se mantiene con mucho respeto y que, a pesar de la distancia – ellas viven en California, Oaxaca o Quintana Roo-, reflexionan en cada edición sobre temas a abordar en contextos políticos nacionales e internacionales respecto a los derechos de las mujeres.
Ello se constató con el comentario y felicitación de la abogada Andrea Medina Rosas -colaboradora eventual- quien señaló que como especialista y colaboradora ha escrito con total libertad.
La directora se congratuló de que con Cuadernos Feministas ha contribuido con granos de arena muy firmes y sólidos al movimiento feminista y les alienta a seguir adelante en la denuncia y aportación. Su compromiso es con las mujeres y las causas de la izquierda.
Han participado en este nuevo auge de las mujeres, en la huelga de mujeres del 2017 y, al mismo tiempo, dan testimonio de las crisis políticas, ecológicas, de las narrativas del Estado y los intentos de captación.
La periodista feminista, directora de SemMéxico y autora de la columna “Palabra de Antígona” que publica la Organización Editorial Mexicana, Sara Lovera López, agradeció el privilegio de seguir juntas y de vivir un momento decisivo en México, no por la vulgaridad de tener una primera presidenta mujer, sino de cómo sobrevivir en un momento tan crítico para la paz, donde las mujeres viven una catástrofe, no sólo por ser mujeres, sino porque buscan a sus desaparecidas y desaparecidos y justicia para sus asesinadas y hablo de cómo ahora hay que manejar la desazón de la impunidad y la injusticia.
Para ella, Cuadernos Feministas es un compromiso militante ya hace casi tres décadas y reporta los acontecimientos históricos, el devenir de miles de acciones, luchas, retrocesos, como en un volcán donde están inmersas las feministas y las nuevas protagonistas, las madres de antier, de ayer y de hoy.
Se alegra, contó a las y los asistentes de que, al hacer una revisión del número 39, ve que al igual que diversas colectivas no han callado en cada tema, en cada circunstancia, “aunque no les caigamos bien a las personas”. Ello ha hecho posible que los gobiernos han volteado a ver a las mujeres, no sólo por romper vidrios, sino por ejercer sus derechos.
Es, dijo, el rescate de muchos acontecimientos que se hubieran perdido en la maraña de la información. Con Cuadernos feministas se abrió la posibilidad de que quedarán para la historia. También refirió cómo esta icónica publicación continuó ese proceso de las revistas feministas del siglo XIX; la importante revista FEM de los años setenta y la Doble Jornada, de los años 80 y 90.
La editora e historiadora Ana María Hernández López, profesora e investigadora, señaló que la publicación ha capturado las señas de identidad con una perspectiva del feminismo radical, el intercambio de ideas, la visión independiente de las mujeres, y cómo la sororidad de las mujeres puede conseguir proyectos duraderos como este.
Señaló que su militancia feminista sigue dando rasgos de identidad, en el número 39.
Sonia del Valle fue de las primeras periodistas en documentar sobre los casos de feminicidio en Ciudad Juárez en 1996, “porque estaban matando a las mujeres”, como lo escribe hoy, 27 años después y, en este número, presenta un relato de su experiencia, destacando el papel sustancial que tuvo Esther Chávez en la lucha por esclarecer lo que pasaba en esa región del país.
Aida Hernández Castillo escribe sobre las madres buscadoras, la conciencia de un país en llamas. La historia de los colectivos es contada por Susana Vidales, en Sonora.
La presentación culminó con cometarios de las presentes enfatizando el valor del testimonio de Cuadernos Feministas.
AM.MX/fm