WASHINGTON, D.C.- En un desarrollo que ha aumentado las tensiones internacionales, Estados Unidos ha acusado a China de espionaje tras la construcción de una base de radar en Cuba, cercana a la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo.
Expertos en Washington, basándose en imágenes satelitales, han identificado esta instalación, vinculada a capacidades de vigilancia china.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), la base ha estado en construcción desde 2021, pero su existencia no se había hecho pública hasta ahora. La instalación está ubicada al este de Santiago de Cuba, en el barrio conocido como El Salao. El informe del CSIS, divulgado por el Wall Street Journal, ha provocado reacciones inmediatas tanto en Estados Unidos como en Cuba.
El vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossio, rechazó rápidamente las acusaciones. En una publicación en la red social X, Fernández de Cossio afirmó: “Persiste Wall Street Journal en lanzar una campaña de intimidación relacionada con #Cuba. Sin citar fuente comprobable o mostrar evidencias, busca espantar al público con leyendas sobre bases militares chinas que no existen y nadie ha visto, incluyendo la embajada de Estados Unidos en Cuba”.
El CSIS describe el nuevo radar como una “poderosa herramienta” que, una vez operativa, podrá monitorear la actividad aérea y marítima del ejército estadounidense. La instalación consta de un conjunto de antenas dispuestas circularmente, con un diámetro de aproximadamente 130 a 200 metros, capaz de rastrear señales a distancias de 5,556 a 14,816 kilómetros. Esta proximidad a Estados Unidos y sus bases militares en el sur convierte a Cuba en un sitio estratégico para China.
La embajada de China en Washington desestimó las acusaciones de espionaje, calificándolas de “calumnias”. Liu Pengyu, portavoz de la embajada, declaró que Estados Unidos ha “exagerado” repetidamente la idea del espionaje y la vigilancia desde Cuba.
AM.MX/fm