CIUDAD DE MÉXICO, 29 de enero (EDT).— Como capítulo de Black Mirror, las 195 estaciones del Metro de la Ciudad de México se han convertido en los últimos cuatro años en una especie de triángulo de las Bermudas. En sus entrañas han desaparecido al menos 153 personas.
Aunque parezca increíble, solo durante el año pasado y en lo que va de este, se abrieron 43 investigaciones por usuarios que fueron vistos por última vez en las instalaciones de este transporte público, según informa a EL PAÍS la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ).
El 65% de esas investigaciones se cerraron rápidamente cuando los supuestos desaparecidos volvieron a aparecer. El otro 35% implica, sin embargo, que, al menos, 15 usuarios no han vuelto a ser vistos y se han sumado a la lista de los 138 que desaparecieron en la red de metro mexicana entre 2015 y 2017. La realidad es que el Metro de la Ciudad de México se ha vuelto muy inseguro no solo por los asaltos o el acoso sino también por las desapariciones. Incluso, los secuestros también comienzan a darse en el STC.
Tal es el caso de Graciela, quien el domingo 13 de enero volvía a su casa por la tarde tras llevar a su hija a rehabilitación cuando cinco hombres y una mujer la rodearon en las escaleras dentro de la estación Chabacano e intentaron arrebatarle a su hija. Incluso recuerda que escuchó cómo le ponían un precio: “Por esta te dan 20”. Tras un forcejeo, Graciela pudo huir y subirse a un vagón.
Si bien las autoridades del transporte tomaron conocimiento de lo sucedido, tras el suceso solo dos policías custodian el lugar a diario.
A pesar de que hay 3 mil 417 cámaras de la red del Centro de Cómputo del Gobierno de Ciudad de México dentro de las instalaciones del subterráneo, no se ha podido determinar qué fue lo que ocurrió ese domingo, ni tampoco lo que pasó con los 153 usuarios que entraron a una estación de metro y desaparecieron.
Además de la videovigilancia de la ciudad, el metro cuenta con su propio sistema de grabación. “Se está trabajando para lograr una integración y trabajo en conjunto entre el Metro y el C5”, ha admitido una portavoz de la nueva Administración de la ciudad.
El problema fundamental que enfrenta el órgano judicial capitalino, según explica, radica en que, a pesar de tener conocimiento de varios casos de supuesto secuestro, no han podido iniciar una investigación correspondiente porque no existe ninguna denuncia oficial por secuestro o intento de secuestro dentro del metro.
Hasta que eso no suceda, no podrán determinar si existe una banda criminal detrás de las desapariciones o no, asegura una portavoz de la Procuraduría. “Le pedimos a aquellos que hayan sido víctimas de hechos así que lo denuncien”, solicita. Video sugerido: Continúa leyendo:
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