Ciudad de México.- La estrategia de Kamala Harris para asegurar el voto en las elecciones se centra en un enfoque tradicional de la campaña demócrata: el trabajo puerta a puerta, apoyado por personal remunerado y sindicatos. Esta táctica ha mostrado resultados prometedores, contrastando con el enfoque de su oponente, Donald Trump, quien ha delegado en gran medida esta labor a aliados como Elon Musk, un personaje con poca experiencia en la organización y movilización de votantes.
Desde que la Corte Suprema anuló el caso Roe vs. Wade y eliminó el derecho constitucional al aborto, los demócratas han capitalizado esta decisión en las urnas, logrando victorias consecutivas en elecciones nacionales y en el Congreso. Cada propuesta relacionada con el derecho al aborto que se ha presentado en boletas electorales estatales ha sido aprobada, reflejando un cambio significativo en la dinámica política.
Según un análisis de The New York Times, una eventual victoria de Harris reafirmaría el impacto que el tema del aborto tiene en el electorado. A pesar de los intentos de Trump por minimizar la situación, alegando que no firmaría una prohibición nacional del aborto, su estrategia parece no haber resonado con los votantes.
Los últimos días de la campaña de Trump han estado marcados por discursos erráticos y retóricas sombrías que han alejado a tanto votantes como los que ha podido atraer. En un discurso a dos semanas de las elecciones, Harris lo describió como “desquiciado e inestable”, preparando el terreno para la fase final de su campaña. Mientras tanto, Trump continuó haciendo comentarios provocativos, como su sugerencia de que Liz Cheney, una de sus más destacadas críticas, fuera puesta en un “campo de batalla con nueve cañones disparándole”.
Después de cuatro años en la Casa Blanca, Harris ha logrado distanciarse del legado de Joe Biden, posicionándose como una figura de cambio en un contexto electoral que favorece a los candidatos que promueven la transformación.
La última encuesta de The New York Times y el Siena College revela una marcada división de género en el electorado: Harris supera a Trump entre las mujeres, con un 54% frente al 42%, mientras que Trump lleva la delantera entre los hombres, con un 55% contra un 41%.
Con una estrategia clara y un mensaje centrado en temas que resuenan con el electorado, Kamala Harris se perfila como una fuerte contendiente en las elecciones, en un clima político donde el cambio y el apoyo de las mujeres jugarán un papel crucial.
EDT.MX/CV