CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio, (EDT).— La sociedad común y heteronormativa ha vivido a través de la historia un privilegio elemental que le posiciona, claramente, sobre las minorías acosadas, vulneradas y perseguidas en este mismo contexto. La comunidad LGBT+, teniendo en común el entorno en el que se ha desarrollado, se ha unido para defenderse y visualizarse ante el mundo en general y tener una voz entre la cultura popular que solo defiende a lo que se considera como “normal”.
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En este mismo colectivo, tal vez los que más han sido invisibilazados son los trans, tanto como transexual, como transgénero, como travesti y sus diferentes variantes.
Es muy común que la gente confunda y etiquete en una sola a las tres categorías diferentes por falta de información. Así que expliquemos.
Transexual
Las personas transexuales son aquellas que no se identifican con las características biológicas con las que nacieron. Se sienten atrapadas en un cuerpo que no corresponde con su identidad sexual. Sencillamente, su mentalidad, su personalidad, su ser, no coincide con el sexo biológico.
Por tanto, esta persona tiene la inquietud de cambiar de sexo, para empezar a vivir con plenitud. Esta persona realiza la transición y lo alcanza por completo, un proceso morfológico y de actitud; por ejemplo, sus genitales son reasignados totalmente y realiza un proceso hormonal que corresponde al sexo deseado.
Transgénero
Son personas que tienen mucho en común con los transexuales. También tienen disforia de género; esto se refiere a que su identidad sexual no corresponde a las características biológicas de su cuerpo. Por eso se encuentran en el proceso o la transición al cambio de sexo que sienten tener, pero todavía no lo han finalizado o no les interesa finalizarlo.
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Travesti/Travestismo/Drag Queen/Drag King
El travestismo solo habla de una persona que en algún punto decide vestirse y adoptar los manerismos del otro sexo, ya sea por diversión o porque les gusta transitar entre lo femenino y lo masculino.
A estos individuos no les interesa hacer un cambio de sexo en cuanto a lo legal y lo físico, no sienten la necesidad de reasignarse, no tiene que ver tanto con la identidad si no que se habla más de una práctica.
Esta es una expresión de la sexualidad, una conducta que también puede presentarse en personas heterosexuales: travestismo heterosexual. Y puede no aludir a aspectos de deseo o placer sexual. Y en numerosas ocasiones, sí generar una expresión comportamental erótica, es decir se genera placer/deseo eróticos a partir del uso de la ropa del género opuesto. En otros casos, se dan aspectos de verdadero fetichismo hacia las prendas. En casos de expresiones exclusivas, supeditando sus respuestas sexuales al tocar, oler, sentir o usarlos.
En los últimos años se han creado clubes exclusivos para quienes viven dicha expresión comportamental y gustan compartirla con otros. Por lo regular se contactan por medio de recomendaciones, Facebook y otras redes sociales. En casas o establecimientos privados se reúnen -en su mayoría hombres (aunque también hay mujeres que gustan travestirse)- para ataviarse con vestidos de gala y hasta de novia, lencería, prótesis mamarias, pelucas, maquillaje y joyería, y realizan distintas actividades como lectura, juegos de cartas, baile, banquetes, que en muchos casos no tienen ningún fin sexual.
Lo interesante en puntualizar es que en dichos lugares NO se dan dinámicas de intercambio sexual. Incluso, llegan a estar prohibidas. Y suelen convertirse en centros de negocios ya que la clientela suele componerse de altos funcionarios y empresarios heterosexuales que encuentran lúdico y satisfactorio travestirse y dejarse observar, adquirir otra personalidad y un nombre femeninos.
Algunos van acompañados de sus parejas (mujeres) quienes apoyan y disfrutan su expresión. Como en cualquier grupo hay que tomar precauciones, informarse y evitar sorpresas que puedan comprometer la integridad física y emocional. Asimismo preguntar sobre las dinámicas, costos, reglas y protección de identidad. Ya que uno nunca sabe y muchos grupos pueden desvirtuarse o tener fines por demás sexuales, incluso integrando aspectos violentos.
Suena algo complejo en especial, porque culturalmente solemos identificar al travestismo como parte de la homosexualidad, pero en muchas ocasiones nada tiene que ver. Recordemos no limitar ni crear clichés sobre la diversidad.
Un homosexual no quiere ser ni lucir como mujer, es un hombre que se orienta afectiva y eróticamente hacia otros hombres. Quienes además incluyen manerismos, atuendos afeminados y maquillaje sin llegar como tal a un full, a travestirse, están adoptando otra expresión. Así como muchos heterosexuales pueden encontrar placer –incluso erótico- en utilizar ropas del género opuesto.
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Drag
En cuanto a los términos Drag Queen y Drag King, se refiere a algo más performativo, creativo y artístico. Se puede decir que es una modalidad de la cultura del entretenimiento y tiene una larga historia.
En términos más puntuales, es una representación exagerada y dramática de los sexos, así que no necesariamente, es algo realista. Estas personas pueden demostrar varios talentos, no solo el del camuflaje con vestuario y maquillaje, también pueden hacer actos de canto, baile, actuación, entre otros.
El drag o la drag no busca cambiar de género ni de sexo, puede ser hombre o mujer, así como heterosexual, bisexual u homosexual.
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EDT/fm