CIUDAD DE MÉXICO.- La Universidad Autónoma de México (UNAM) a través de diversos estudios indica que cerca del 45% de la población adulta presenta mala calidad del sueño[1].
El Dr. Óscar Sánchez Escandón, neurólogo, neurofisiólogo y especialista en medicina del sueño, así como coordinador de Medicina del Sueño del Centro Médico ABC, señala que casi todos los pacientes que llegan buscando atención, mencionan que tienen un bajo desempeño cotidiano.
Además, señala, que estos pacientes se encuentran irritables durante el día, con baja concentración, baja energía, mal desempeño laboral o escolar.
“En el Centro Médico ABC, de manera diaria se atiende entre cinco y diez pacientes con algún trastorno del sueño; de los cuales, el 40%, requieren de una intervención más directa y el 60% restante deberán seguir recomendaciones para una buena higiene del sueño como realizar cambios en sus hábitos de vida antes de que su problema se complique”, comenta el especialista.
El costo de la mala calidad del sueño es alto en términos biológicos ya que, en primer lugar, es una función indispensable como lo es comer, asearse o hidratarse; y sirve para mantener el equilibrio entre la salud y el posible desarrollo de una enfermedad.
Una persona que no duerme llega a generar alteraciones en la función adecuada de su organismo, principalmente en el cerebro, lo que puede alterar procesos regidos en el sistema nervioso que generan una inadecuada producción de energía, mal funcionamiento en organización metabólica y resultar en un desequilibrio que puede incluso provocar otras enfermedades.
Por otro lado, los procesos de memoria y cognición en general se ven alterados, afectando la atención, concentración y capacidad de aprendizaje de la persona.
Esto se debe a que, durante el periodo de sueño MOR, se memorizan cosas, acciones o situaciones, esto es, todo aquello que se haya aprendido durante el día. Al no dormir o mal dormir, estas funciones fallan y afectan al desarrollo, recuperación y descanso.
Dentro de las patologías del sueño hay varias que pueden alterar los procesos normales y se dividen en dos grandes grupos: aquellas que provocan demasiada incapacidad para dormir o insomnio; y las que provocan una alterada consciencia durante el día por tener mucha somnolencia.
En los trastornos asociados al insomnio se relacionan enfermedades como la apnea del sueño, que es un trastorno donde la respiración se ve afectada durante el sueño y puede tener consecuencias graves para la salud.
También hay problemas asociados a alteraciones del movimiento como las piernas inquietas o los movimientos periódicos de las extremidades, que perturban la continuidad del sueño, despertando a la persona y disminuyendo la cantidad y calidad del sueño.
Las comorbilidades u otros tipos de enfermedades como hipertensión, obesidad mórbida o diabetes, así como otros trastornos endocrinológicos, afectan directamente la calidad del sueño al no poder dormir adecuadamente, por otro lado, estos trastornos se pueden complicar, volviéndose un círculo vicioso de enfermedad y mal dormir, junto con las complicaciones que esto genera.
Otro tipo de problema que afecta el sueño de una persona, se origina por el abuso de pantallas electrónicas. Debido a su uso, las personas están más activas por la noche, lo que complica sus horarios adecuados para dormir, especialmente esto se ve reflejado en los niños y adolescentes.
“La latencia al sueño es el tiempo que tarda en quedarse dormido alguien, cuando se tienen condiciones propicias para dormir, un adulto debería tardar máximo 20 minutos en hacerlo, pero una vez se rebasa este tiempo inicia el insomnio”, indica el Dr. Sánchez.
Para lograr identificar el tipo de trastorno del sueño que está presentando el paciente, se requiere de una evaluación por parte de un experto en sueño, quien mediante el apoyo de análisis y otros estudios podrá identificar el problema específico.
“Se debe iniciar con la historia clínica del paciente, la cual contempla sus hábitos, factores de riesgo, enfermedades, tipo de dieta, nivel de actividad física, uso de pantallas como celular o televisión, entre otros factores; una vez que se consigue una impresión diagnóstica o una presunción, se derivará al paciente a hacer análisis clínicos y estudios como el polisomnográfico que es para estudiar los sueños y, dependiendo de los resultados, se aplicarán las medidas específicas para corregir los problemas que se generan por no dormir bien; en la Clínica del Sueño del ABC se cuenta con personal especializado y equipos, así como estudios específicos que ayudan a detectar las apneas en 100% de los casos”, explica el especialista.
¿Cuál es el tiempo normal de sueño en una persona?
Hablar de una cantidad de horas específicas para considerar un buen tiempo de sueño es relativo, esto se debe a que hay personas que logran un buen sueño con únicamente seis horas, mientras que otras con las mismas características, pueden requerir de ocho o hasta doce horas.
Pero a pesar de lo anterior, existe un estándar de horas divididas en función de la edad:
Es importante mencionar que más que la cantidad de horas, debemos poner atención en la calidad del sueño que se tiene.
Actividades académicas para pacientes, familiares y el público en general.
El presidente de la Sociedad Mexicana para la Investigación y la Medicina del Sueño, el Dr. Óscar Sánchez señala que, junto con el Centro Médico ABC, en el marco del Día Mundial del Sueño, se llevarán a cabo las siguientes actividades académicas:
Si deseas conocer más información sobre estos eventos, consulta la página centromedicoabc.com.
Recién nacido: 18 horas
Infantes: 16 horas
Etapa preescolar: 14 horas
Adolescentes entre 10 o 12 horas
Adulto joven entre ocho y nueve horas
Adulto mayor entre siete y ocho horas
Sleep Fest 2024 – 16 de marzo – Conferencias, conversatorios y talleres
Corre por tus sueños – 17 de marzo – Carrera.
Simposio del ABC – 19 de marzo – Segundo simposio de la medicina del sueño: sueño y otorrinolaringología.
Quinto Curso Internacional de Medicina del Sueño – 20 y 21 de marzo
AM.MX/fm