Ciudad de México.- El bebé de Rosemary (1968) y Apartamento 7A (2024) están conectadas de manera directa, ya que la segunda funciona como una precuela oficial del clásico de Roman Polański. Apartamento 7A recupera la atmósfera inquietante del original y se centra en un personaje que en la primera cinta apenas tuvo unos minutos en pantalla, pero que resulta clave para entender el trasfondo del edificio Bramford y de la familia Castevet.
La precuela no solo retoma elementos narrativos ya conocidos, sino que construye un puente hacia la historia que todos recuerdan, permitiendo que los espectadores conozcan más del universo que rodeaba a Rosemary antes de que ella llegara a vivir allí.
La historia de Terry Gionoffrio y el regreso de personajes emblemáticos en el misterioso edificio Bramford
La protagonista de Apartamento 7A es Terry Gionoffrio, interpretada por Julia Garner, una bailarina que sufre una lesión en el tobillo y ve interrumpido su futuro prometedor. En el clásico de 1968, Terry aparece brevemente como la joven protegida por los Castevet que termina quitándose la vida, dejando un vacío en la historia que ahora se intenta llenar con mayor profundidad.
Los personajes Minnie y Roman Castevet, los vecinos que parecen generosos y hospitalarios, regresan en esta versión con los rostros de Dianne Wiest y Kevin McNally. Su presencia vuelve a ser inquietante y confirma el papel central que desempeñan en la trama, siempre rodeados de secretos y manipulaciones.
Una trama ambientada en Nueva York de los sesenta que expande los sucesos del clásico de terror
La historia se desarrolla en Nueva York en 1965, unos años antes de los hechos que vive Rosemary Woodhouse. En ese periodo, Terry se enfrenta a un torbellino de emociones tras perder su carrera de bailarina. La oferta de los Castevet de alojarla en el Bramford parece en principio una salida amable, pero pronto se convierte en una trampa de la que es difícil escapar.
La película muestra cómo Terry comienza a tener visiones extrañas, a sentirse perseguida y a descubrir secretos del edificio. La narración avanza hacia un embarazo rodeado de incertidumbre y de connotaciones sobrenaturales, en un claro paralelismo con lo que después ocurrirá con Rosemary.
Críticas divididas entre la fidelidad atmosférica y las limitaciones narrativas de la precuela
La recepción de Apartamento 7A ha sido diversa. Para algunos críticos, la película consigue mantener la atmósfera de tensión y misterio, además de ofrecer interpretaciones destacadas por parte de Julia Garner, Dianne Wiest y Kevin McNally. Sin embargo, también se ha señalado que el guion se apoya demasiado en repetir los elementos del clásico y no arriesga lo suficiente para sorprender a quienes ya conocen el desenlace de Terry.
El mayor reto radica en que los espectadores llegan a la sala conociendo de antemano el destino de la protagonista, lo que reduce el suspenso natural de una historia de terror. Aun así, la película logra aportar contexto y enriquecer la mitología creada en 1968, demostrando que todavía existen rincones oscuros en el Bramford que merecen ser explorados.
EDT.MX/JC