Isao Takahata, fundador del famoso estudio Ghibli, junto a Hayao Miyazaki, crearon un enorme legado para la animación mundial. Especialmente para los japoneses, país donde ambos son sumamente respetados.
Nació en 1935, un par de años antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Murió a causa del cáncer de pulmón en el año 2018; dejando un gran legado para el cine de animación.
Nació en la ciudad de Ise, que anteriormente era llamada Ujiyamada, en la prefectura de Mie; en Japón. Debido al contexto de su infancia, este se vio marcado toda su vida por temas desesperanzadores, finales trágicos pero reales. Cuando era niño, sufrió uno de los bombardeos por parte de las fuerzas estadounidenses a Ujiyamada; provocando la destrucción de casi la mitad de la ciudad.
Sin embargo, el efecto que tuvo sobre el creador, sólo puede ser mostrado en su obra. En un inicio comenzó a estudiar filología especializada en lengua francesa, pero al ver un filme francés, se interesó por la amimación y comenzó a trabajar en el gigante asiático “Toei Animation”, en el cual conoció a Miyazaki y desde entonces trabajaron juntos.
Su primera película fue en 1968: “Horus, el Príncipe del Sol”, junto a Miyazaki. Años más tarde, llegó el éxito para ambos artistas, con la mundialmente conocida “Heidi, la niña de los Alpes”; no obstante, esta serie no muestra la temática tan particular con la que Takahata trabajó en sus películas.
Ambos decidieron crear su propio estudio de animación, el famoso estudio Ghibli. Y bajo el sello de Ghibli se crearon las leyendas de la animación japonesa: “El cuento de la princesa Kaguya”; “Mi vecino Totoro”; “Naussica”; “El Increíble Castillo Vagabundo”; “El viaje de Chihiro”; “Pompoko”; entre otras.
El creador de “Pompoko“ —película basada en mapaches que se transforman en humanos y luchan por conservar su bosque, a manera de crítica; que será deforestado para urbanizarlo—, tuvo reconocimiento mundial gracias a su icónica película “La tumba de las luciérnagas”. Basada en la novela con tintes autobiográficos de Akiyuki Nosaka, sobre la Segunda Guerra Mundial y los bombardeos en Japón. La devastadora película, es considerada una obra maestra antibélica y aclamada por expertos en cine.
Es en este filme y en casi toda la obra de Takahata, es posible observar el repudio a la guerra y cómo apela a la naturaleza, al conservarla tal y como es; cuidarla y respetarla. Además, el autor pretende mostrar los niños y jóvenes conscientes de lo que sucede a su alrededor; capaces de enfrentarse a la vida —con todo y finales trágicos—, pues esta finita.
A diferencia de Miyazaki, Takahata trata temas más reales que, desde luego son más crudos pero estos suelen ser sobre Japón; están más enfocados a la cultura japonesa y difusión de la misma.
Takahata fue director de más de una docena de películas y productor de varios filmes de su amigo y rival Hayao Miyazaki. Ambos siempre trabajaron juntos y pedían la opinión del otro para cualquier trabajo que realizaran. La mejor forma para valorar la obra de un artista es conocerla.