Ciudad de México.- El Teatro UNAM presenta El mar es un pixel, la más reciente creación del dramaturgo, actor y guionista David Gaitán, quien también dirige esta puesta en escena que reflexiona sobre el honor en el mundo contemporáneo y la tecnología como fuerza disruptiva en la vida social. La obra tendrá temporada del 9 de octubre al 30 de noviembre en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, como parte del Festival CulturaUNAM.
La historia sitúa al público en una aldea alterada por la llegada de un juguete misterioso y una lista pública que despierta tanto fascinación como miedo. Los habitantes recurren al artefacto para buscar respuestas, sin imaginar que su uso intensifica los juicios sociales y divide a la comunidad entre la devoción y el rechazo. Para Gaitán, el texto explora una inquietud muy actual: “La pulcritud del propio nombre ha vuelto a adquirir un peso central. La angustia ante la posibilidad de que éste se manche es una pulsión contemporánea”, explicó el dramaturgo.
Un artefacto que simboliza el poder y los riesgos de la exposición
El director define al “juguete” como una metáfora de los dispositivos digitales que prometen solucionar la vida pero terminan controlándola. “El juguete se presenta como un acto de magia, un regalo inesperado que toca a tu puerta y promete mejorar la calidad de vida… una utopía tan bien diseñada que termina por volverse siniestra”, señaló Gaitán.
En la obra, este objeto transmite a toda la aldea lo que cada persona decide compartir, invitando a exponer la intimidad y transformarla en experiencia colectiva. Así, El mar es un pixel reflexiona sobre cómo la búsqueda de aceptación y visibilidad puede convertir la vida privada en espectáculo público, generando tanto poder como vulnerabilidad.
Una escenografía dinámica que refleja las emociones de la aldea
Ambientada en una aldea indefinida entre finales del siglo XIX y principios del XX, la propuesta visual de Mario Marín del Río combina elementos escenográficos y de vestuario que evocan un juego constante entre lo visible y lo oculto. Telones móviles y atmósferas cambiantes reflejan el estado emocional de los personajes, expandiéndose en la alegría y contrayéndose en la tensión.
En escena participan Hernán del Riego, Daniela Arroio, Verónica Bravo, Michelle Betancourt y Emmanuel Lapin, quienes interpretan figuras arquetípicas: el consejero, la inversora, la emprendedora, el juguete y el mensajero. El equipo creativo incluye a Andrés Motta en música original, Érika Gómez en iluminación, Heidi Lamadrid como asistente y Gabriel Zapata Z. en producción, consolidando una alianza de artistas que equilibran innovación y experiencia teatral.
Verso contemporáneo y crítica social en una puesta de reflexión profunda
David Gaitán decidió escribir la obra en verso, con métrica y rima, pero en un lenguaje moderno y accesible que fusiona tradición y actualidad. “Quería replicar lo que pudo significar en el Siglo de Oro escuchar versos que, aunque medidos y rimados, eran familiares para la audiencia. Hoy me interesa que el público se reconozca en esas formas, pero con temas actuales como la reputación o la irrupción tecnológica”, compartió el director.
Con un tono que combina humor, tensión dramática y ciencia ficción anacrónica, El mar es un pixel invita al espectador a reflexionar sobre la fragilidad del prestigio, la manipulación de la información y la fascinación por los dispositivos que median la vida social. “Me interesa que el público salga interpelado, que la obra lo coloque en zonas de conversación que no cedan a reafirmar posturas concebidas a priori”, concluyó Gaitán.
Las funciones se realizarán jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00, con boletos disponibles en www.teatrounam.com.mx
y descuentos especiales para estudiantes, maestros, exalumnos e INAPAM.
EDT.MX/JC