CDMX.- La gastronomía y artesanía de los diversos pueblos indígenas estará disponible en el corazón de la ciudad hasta el domingo 21 de agosto, como parte de la VIII edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, que se realiza en el Zócalo capitalino en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, establecido el 9 de agosto por la UNESCO.
Con el objetivo de respetar y visibilizar a las distintas comunidades indígenas que habitan la capital, sus sabores, aromas, colores y texturas pueden ser deleitados por los habitantes y visitantes durante el actual periodo vacacional que convoca a miles de asistentes a pasar un rato en familia, solos o en compañía de amigos y pareja.
La comida es la carta de presentación de todas las civilizaciones, por ello, el público podrá disfrutar de un amplio menú que lleva al paladar por diferentes estados de la República con una gran estadía en Oaxaca a través de sus tlayudas, plato protagónico del encuentro cuyos ingredientes varían a petición del comensal con el icónico queso Oaxaca, salsa picante, frijoles de olla refritos, carne, chorizo y col; pero en algunos casos se vuelven más exóticas con chapulines o gusanos de maguey.
“Es la primera vez que las pruebo, he visto que es una buena recomendación alimenticia, además es una buena oportunidad para probar la sazón originaria de esta región”, compartió en entrevista Enrique García, habitante de la ciudad, quien acompañó su platillo con un tejate, refrescante bebida oaxaqueña a base de maíz, cacao y hueso de mamey.
También se puede disfrutar la tradicional cecina de Yecapixtla, Morelos; las cemitas poblanas, los chiles en nogada, el pozole, los tamales triquis, hojaldras de mole, los deliciosos esquites, el pan de elote, nieves y aguas de diversos sabores, así como la tradicional bebida nayarita conocida como tejuino, hecha con maíz y limón; el tascalate, agua chiapaneca a base de maíz, cacao y achiote, o el famoso mezcal.
“No es solo probarlo, lo importante de consumirlo aquí es explicarles el proceso de elaboración, sus beneficios, y poner énfasis en que es un producto vegano”, explicó el expositor de “Piedra Antigua” y maestro mezcalero, Juan Óscar Vázquez Cruz, quien celebró esta fiesta como una importante fuente de ingresos tras la merma económica que ha dejado la pandemia.
Los colores y texturas de las culturas indígenas se ven reflejadas en una variedad de prendas que van desde blusas, vestidos, rebozos, ponchos y capas de Texcoco, hasta algunos de ellos hechos a mano y otros híbridos, realizados en máquinas o de manera manual, cuyos materiales predominantes son el algodón y la manta.
Para Susana López, originaria de Tehuacán, Puebla, quien exhibe sus vestidos en amplia diversidad de tallas y colores, esta fiesta “es una buena oportunidad de comercializar nuestros productos, al tiempo que damos a conocer nuestras raíces e historia plasmadas en el bordado, el cual es el sustento de nuestras familias”.
A lo largo de las carpas que albergan toda esta riqueza cultural, resalta el brillo de la orfebrería michoacana en cobre, la bisutería en plata de Taxco, Guerrero; así como los tenangos de Hidalgo, la tradicional muñeca Lele, emblema del estado de Querétaro; la cestería de palma, las mochilas y rebozos oaxaqueños; carteras, bolsos y cinturones, así como libretas de encuadernación artesanal, llaveros, tazas y un sinfín de artículos diversos como juguetes nacionales hechos de manera.
La VII edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, que también ofrece actividades culturales en el Círculo de Saberes, está organizada por el Gobierno capitalino a través de las Secretarías de Cultura y de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, y permanecerá hasta el 21 de agosto en el Zócalo.
EDT.MX/CV