CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Sabías que los glaciares registran la mayoría de los eventos importantes de la humanidad? Y por supuesto la pandemia de Covid-19 por la que estamos atravesando quedará registrada para que las futuras civilizaciones sepan que en el 2020 la humanidad entera estuvo en confinamiento.
¿Y cómo es esto posible? Resulta que mientras se va formando, el hielo de los glaciares atrapa los gases atmosféricos, incluyendo productos químicos, minerales, bacterias y virus, así como otros materiales orgánicos como los tallos y las hojas de las plantas. El núcleo de un glaciar es muy parecido al tronco de un árbol y a sus anillos. Es así como se va quedando sellada la historia de la humanidad y del planeta entre las capas de hielo de un hermoso glaciar.
Cuando los científicos extraen muestras de hielo glaciar, estos revelan cambios ambientales, tanto los naturales como los provocados por los humanos. Por ejemplo, el hielo también ha sido testigo de la peste negra, una pandemia de mediados del siglo XIII, la más mortal hasta ahora.
Y podemos saberlo porque el hielo que se formó durante los años de la peste contiene menos plomo que el que se formó durante los años anteriores, probablemente porque las actividades como la minería y la fundición de metales cayeron bruscamente durante ese tiempo. Hoy en día estamos viendo algo parecido: algunas actividades industriales se han detenido.
De acuerdo con los expertos, la actual pandemia de Covid-19 está afectando a la atmósfera de la Tierra: los niveles de dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre cayeron tras el estancamiento industrial en China y en gran parte de Estados Unidos. Ambos elementos son contaminantes que se forman tras quemarse gas y petróleo. Ahora, la gente viaja mucho menos, y este es el resultado.
Esa disminución en los niveles de dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre se notará en los niveles de nitrato y de sulfato de los núcleos de hielo que recuperarán los futuros glaciólogos, si es que el cambio climático no termina primero con los glaciares.
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