Hanami es una celebración japonesa en la cual, la gente se dirige a los parques a contemplar las en flores del árbol de cerezos. Habitualmente realizan un picnic. Este puede ser con la familia, amigos o con los compañeros de trabajo.
A finales de febrero y hasta principios de mayo, los cerezos florecen por todo Japón, de sur a norte acorde a los distintos climas existentes en cada regiones. Dependiendo de la variación del clima en cada año. Los primeros cerezos del año florecen en las islas de Okinawa a fines de febrero o a principios de marzo; y los últimos en la isla de Hokkaido, aproximadamente la última semana de abril o principios de mayo.
La floración puede comenzar incluso en el mes de enero en el sur. El pronóstico de florecimiento es anunciado cada año por la oficina de meteorología.
La palabra hanami quiere decir “ver flores” y es una practica ligada a los antiguos samuráis. Esta celebración continúa hasta la noche, pero cambia de nombre a yozakura, que quiere decir
El hanami guarda un especial significado para muchos japoneses, pues guarda una estrecha relación con el código samurái. El emblema de los legendarios guerreros era un cerezo (o sakura, que es el nombre japonés);
Un samurai tenía como aspiración, morir en su momento de máximo esplendor, en batalla, y no envejecer y “marchitarse”; al igual las sakuras: caen del árbol antes de marchitarse, empujadas por el viento.
Hay una leyenda que cuenta que en un principio, las sakuras sólo eran blancas. Pero el seppuku (el suicidio ritual para evitar la deshonra que un samurái o un miembro de su familia cometía), solía realizarse delante de un cerezo. Y según la historia, las flores del cerezo comenzaron a tornarse rosadas, pues la sangre era absorbida por el árbol.