Ciudad de México.- La Ciudad de México ha sido declarada territorio libre de maíz genéticamente modificado, gracias al decreto firmado por la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, en una ceremonia celebrada en los maizales del pueblo de San Miguel Xicalco, Tlalpan. Este acto reafirma el compromiso del gobierno capitalino con la soberanía alimentaria y la protección de las más de 60 variedades de maíz nativo, en coordinación con el gobierno federal.
“Nos sumamos a nuestra Presidenta y declaramos que no aceptamos la producción de maíz genéticamente modificado en la Ciudad de México”, señaló Brugada Molina, destacando la importancia cultural, histórica y ambiental del maíz para los pueblos originarios.
El plan presentado contempla once medidas estratégicas, entre las que destacan:
- La creación de la Red Centli, para promover la organización productiva agroecológica y un sello verde que garantice la calidad del maíz nativo.
- Tortillerías comunitarias en las Utopías, que ofrecerán tortillas de maíz nativo a precios accesibles.
- Fortalecimiento de cuatro casas de semillas y un incremento del 15% en la producción de maíz nativo durante este año.
- Organización de la feria de la agrobiodiversidad y del maíz en el Zócalo y creación de rutas agroturísticas para diversificar los ingresos de los productores.
- Implementación de un laboratorio de análisis molecular para detectar transgenes y la creación de un banco de germoplasma.
Además, el gobierno reforzará el programa Altepetl, en beneficio de los más de 3,000 productores de maíz nativo en las alcaldías Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, donde se cultivan razas como cacahuacintle, arrocillo, pepitilla y palomero.
Durante el evento, la jefa de Gobierno enfatizó la importancia del maíz como símbolo de identidad nacional. “El maíz es sagrado para nuestros pueblos y una gran riqueza que tenemos. Su defensa representa la defensa de la soberanía nacional”, expresó.
Por su parte, la secretaria del Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza Ramírez, destacó que el suelo de conservación, que abarca el 59% del territorio capitalino, no solo es vital para la producción de alimentos, sino también para la captación del 70% del agua que consume la ciudad.
La alcaldesa de Tlalpan, Gabriela Osorio Hernández, subrayó el esfuerzo conjunto entre su administración y el gobierno capitalino para fortalecer los recursos destinados al campo y a los productores. “Trabajaremos para que los programas lleguen a todas las personas”, afirmó.
Con estas acciones, el Gobierno de la Ciudad de México se posiciona a la vanguardia en la protección del maíz nativo, no solo como un recurso alimenticio, sino también como un pilar cultural e histórico. La defensa del maíz, aseguró Brugada Molina, es también la defensa del país y su soberanía.
¡Que viva el maíz! ¡Que vivan la tierra y los pueblos originarios!, concluyó con entusiasmo la mandataria, reafirmando su compromiso con los productores y con el patrimonio biocultural de la capital.
EDT.MX/CV