CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos publicó el informe de inflación de enero, reflejando un crecimiento mensual de 0,3% en el nivel general de precios, y una variación anual del 3,1%. La cifra mensual se mantuvo inalterada frente al mes previo, decepcionando las expectativas que apuntaban a una desaceleración que la ubicara en 0,2%.
En cuanto al registro anual, efectos base permitieron una reducción desde el 3,4% previo, pero resultó superior al 2,9% que esperaba el mercado. La sorpresa alcista estuvo explicada principalmente por precios de la vivienda y otros servicios, los cuales subieron de manera generalizada, a pesar de que se esperaban menores presiones específicamente en estas categorías.
Por su parte, el indicador de inflación subyacente mostró un crecimiento mensual de 0,4%, superior al 0,3% esperado por el mercado. La variación anual de 3,9% también fue superior al 3,7% anticipado por el consenso y se mantuvo estable frente a la lectura anterior. Además, la medida supercore, que mide inflación de servicios excluyendo vivienda, y es seguida de cerca por la Fed, mostró una re-aceleración preocupante frente a los últimos datos, con a la tasa de crecimiento mensual más alta desde abril de 2022.
¿Cuál fue la reacción de mercado?
La fuerte sorpresa de inflación enfrió las expectativas de recortes de tasas tanto para la próxima reunión de marzo como para los próximos 12 meses. Con base en las probabilidades implícitas en los mercados swap, virtualmente se ha descartado un recorte en marzo (sólo 10% de probabilidad) y para mayo existe sólo 1/3 de probabilidad de recorte. Lo más significativo es que ahora el mercado espera menos de 100pbs de recortes para final de 2024.
En los mercados de renta fija, la sorpresa negativa en la lectura inflacionaria impulsó fuertes movimientos generalizados en la curva, con todos los tramos desde 2 hasta 30 años repuntando entre 10 y 15 pbs. La referencia de 10 años subió 10pbs alcanzando una tasa de 4,28%, alrededor de 40pbs superior al mínimo reciente de inicios de febrero. Este comportamiento respondió al ajuste de las expectativas del mercado sobre recortes de tasas, que ahora se encuentran más alineadas con las proyecciones de la Reserva Federal.
En la renta variable, la reacción fue negativa ante el ajuste de expectativas movimientos de tasas, que ha sido uno de los principales factores detrás de las fuertes valorizaciones de final de 2023 e inicio de 2024. En la jornada el S&P está operando con caídas aproximadas de 1,1%.
¿Cuál es nuestra visión?
Durante el mes pasado habíamos modificado nuestra postura en duración desde sobreponderación a neutral, a partir de nuestra visión sobre la divergencia entre las expectativas de recortes del mercado y la postura de la Fed, la cual debía resolverse con un ajuste a la baja en las perspectivas del consenso. Con el dato de inflación, esta convergencia se ha materializado en buena medida, con las tasas de los bonos ubicándose en niveles más razonables. No obstante, aún existen riesgos de aceleración de inflación en las métricas subyacentes y relacionadas con la fortaleza de la dinámica económica, lo cual nos lleva a mantener neutralidad en nuestro posicionamiento en los activos de renta fija.
AM.MX/fm