La pandemia por Covid-19 ocasionó grandes cambios en el mundo. Desde luego, en el patrón de sueño de la población, pero según Gaceta Unam, en México esto tiene mayor prevalencia en jóvenes y en el personal de salud.
Según Ulises Jiménez Correa, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional, esto aumentó con la llegada del virus. Por lo que es preciso diseñar estrategias que atiendan los cambios que se presentan para evitar un impacto negativo entre la población.
“El insomnio y las pesadillas recurrentes son precursores de alteraciones psiquiátricas, por lo que estas personas están en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad mental a largo plazo”; explicó Jiménez Correa.
El no dormir correctamente debilita el sistema inmune y esto puede atraer a enfermedades e infecciones porque bajan las defensas del cuerpo. Según diversos estudios, no dormir lo suficiente también está asociado a enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o enfermedades del corazón y la obesidad.
No dormir no es sólo la puerta de entrada a enfermedades, pues un estudio realizado por la Universidad de California en Berkeley; confirmó que una noche sin dormir bien puede reducir la capacidad de asimilar conocimientos casi un 40%.
Lo anterior se debe a que las regiones cerebrales implicadas en el almacenaje no funcionan de forma correcta durante la falta de sueño.
Por esta razón es primordial mantener una buena higiene del sueño, pues dormir de manera adecuada influye en todos los aspectos de nuestra vida diaria. Un sueño reparador puede ayudar no sólo al estado de ánimo sino a un correcto funcionamiento de todo nuestro cuerpo.
Checa estos tips para ayudarte a dormir mejor, si es que eres de aquellos que padecen insomnio:
-Crear una rutina de sueño es importante: dormir a cierta hora todos los días y despertarse a la misma hora ayudan a que el cuerpo se acostumbre.
–Evitar estimulantes antes de dormir: esto se refiere a varias actividades que muchas personas realizan. Puede ser tomar café o té (contienen sustancias que pueden mantener despierta a algunas personas), incluso comer algún alimento pesado que nos impida dormir adecuadamente.
Tampoco es recomendable hacer ejercicio antes de dormir porque este mantiene al cuerpo “despierto”.
-Crear ambientes propicios para el sueño: de ser posible, alejarse de los ruidos altos, luces llamativas, etc. Mantener un ritual diario antes de dormir puede ayudar, pues de esta manera el cuerpo se acostumbra y se “prepara” para dormir.
-Estar en la cama el tiempo necesario: utilizar la cama sólo para dormir y no otra actividad, pues el cuerpo se acostumbra. En caso de despertarse o no poder conciliar el sueño, levantarse y evitar en cama si no es para dormir.
-Mantener una vida activa: ejercitarse, realizar actividades diarias que movilicen al cuerpo y este gaste la energía necesaria para tener sueño.
Cada persona tiene hábitos diferentes que ayudan a mantener un sueño reparador, pero estos tips ayudan de manera general. En caso de no poder dormir adecuadamente y presentar algún trastorno del sueño, es recomendable asistir con un especialista para que determine la razón del mismo y pueda modificarse para llevar una vida más saludable.
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