CIUDAD DE MÉXICO, 11 de octubre (EDT).— Un juez de Nueva York anuló uno de los seis cargos de agresión sexual por los que está imputado Harvey Weinstein. El cargo desestimado corresponde a la acusación de Lucia Evans, una mujer que aseguró que el productor la obligó a practicarle sexo oral en 2004.
Weinstein, de 66 años, está en libertad tras pagar una fianza de un millón de dólares. En todo momento ha negado las acusaciones en su contra. Todavía pesan sobre él otros cinco cargos, por lo que se podría enfrentar a una pena máxima en prisión de cadena perpetua.
El testimonio de Lucia Evans fue uno de los recogidos por la revista The New Yorker en un artículo publicado hace un año sobre el historial de Weinstein y que contribuyó a la caída del productor, uno de los más poderosos de la industria.
El pasado 25 de mayo, Weinstein se entregó a la policía de Nueva York para su arresto. Entonces fue imputado por tres cargos penales, dos por violar a una mujer en 2013 y otro por agredir sexualmente a otra en 2004, que coincidió con el relato de la aspirante a actriz. Un mes después se le sumaron tres nuevos cargos relacionados con una tercera víctima en 2006, dos de ellos por abuso sexual. El productor se declaró “no culpable” y está en libertad vigilada.
Este jueves se realizó una audiencia en el Tribunal Supremo de Manhattan, programada para el 7 de noviembre pero que se adelantó debido a que la defensa de Weinstein disponía de evidencias que demostraban que la relación con Evans fue consentida y solicitó que se retiraran los cargos. La audiencia se celebró justo un año después de que la actriz relatara a la revista The New Yorker que fue forzada a realizarle una felación.
El abogado de Weinstein, Ben Brafman, afirmó que el gran jurado que decidió que había suficiente material como para inculpar al productor por la agresión sexual de tres mujeres no recibió información importante sobre la denuncia de Evans, y eso invalida su acusación.
Brafman acusó al equipo que dirige el fiscal Cyrus Vance de haber retenido mensajes que Evans mandó al productor tras la supuesta agresión sexual y que habrían hecho pensar dos veces al Gran Jurado sobre los cargos por los que finalmente fue imputado su cliente. También argumentó que no se identificó correctamente el día en el que se produjo el acoso a Evans.
La defensa trabajaba desde hace semanas para lograr que se desestimasen las acusaciones de Evans, alegando que se habían ignorado pruebas exculpatorias, incluidos correos electrónicos que supuestamente demostraban que la relación había sido consentida. Insistían en que Evans había mentido al gran jurado que aprobó los cargos y denunciaban supuestas malas prácticas de un detective que participó en la investigación.
“Obviamente este es un acontecimiento muy positivo”, dijo Brafman al término de la vista judicial. Según el abogado, la decisión plantea dudas sobre todo el caso: “Cuando una de las acusaciones principales del caso se basa en un testimonio con perjurio es algo muy grande, importante”.
La carrera del productor de cine se vino abajo en octubre pasado, cuando unas 80 mujeres, incluidas estrellas como Angelina Jolie o Ashley Judd, contaron que fueron acosadas o abusadas sexualmente por el productor, hasta entonces considerado uno de los más prestigiosos en Hollywood. Las revelaciones condujeron al surgimiento del movimiento #MeToo contra el acoso y la agresión sexual, cuyas principales voceras han sido la actriz, Rose McGowan y la productora Asia Argento, recientemente inculpada de abuso sexual en contra de un joven actor.
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EDT/dsc