Juan Rulfo es un referente de la literatura mexicana. Un hombre que logró hacerse de renombre con sólo dos libros: ‘El llano en llamas’ y ‘Pedro Páramo’. ¿Quién no recuerda que Pedro Páramo fue a Comala en busca de su padre, un tal Pedro Páramo? Pero sus maneras de expresión no se limitan a los libros. Fue un hombre multifacético, desde fotógrafo a colaborador en el cine mexicano con ‘La Fórmula Secreta’.
A pesar de que el periodo en el que Rulfo tomó fotografías, eran tiempos de modernización en México; él enfocó su lente al campo mexicano, contexto que rememoraba su infancia. Al igual que uno de sus maestros, Henri Cartier-Bresson, miró a los lugares que no se miran usualmente.
Las fotografías de Rulfo transportan a las descripciones de ‘El llano en llamas’, a centenares de ‘Comalas’ en imágenes. Lograba hacer ángulos imposibles: un ojo que describe con imágenes una tierra antiguamente fértil que se encuentra desolada y a la que sólo llegan ‘los vientos de abril que le vuelan las cobijas a uno’.
#Infografía– Juan Rulfo y la fotografía.
El otro #arte del escritor, conoce más de su legado visual.https://t.co/CW64hzrqkC pic.twitter.com/kQK3mUQYOV— Homo Espacios (@HomoEspacios) January 6, 2017
Indígenas, músicos y personas que contrastan con paisajes llenos de desolación; si alguna vez alguien se pregunta sobre las condiciones del campo mexicano. Las descripciones y fotografías de Rulfo permiten la comprensión del mismo, se nota la mirada y el anhelo de alguien que vivió una infancia en el campo mexicano.
Vale la pena una aproximación a Rulfo como fotógrafo para profundizar en uno de los grandes artistas mexicanos del siglo XX, quien tuvo la oportunidad de convivir con sus contemporáneos; grandes figuras del arte que dejaron un legado impresionante.
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