CIUDAD DE MÉXICO.- Las mujeres que se dedican a la música han venido a llenar más y más espacios: ahora también ellas son instrumentistas, vocalistas y directoras de orquesta; son productoras, compositoras y sonidistas. Visualizan espacios en los que les gustaría desarrollarse como profesionales y los toman. Crean, con su representación, oportunidades para otras mujeres, señala Isabella Castañeda Rodríguez en la entrevista realizada a Sandra Redmond para BOP Spots.
Así mismo ha sucedido en otros ámbitos, como los medios de comunicación: la mujer ahora también es investigadora, periodista y lleva la cámara en mano; sale, entrevista y cubre las noticias; sin embargo, ha habido un arduo trabajo de su parte para que esto sea posible.
En medio de esta búsqueda, se encuentran quienes incluso prueban vertientes nuevas, como Sandra Redmond, quien ha encontrado su vocación en el periodismo musical.
Con una formación previa en periodismo (1981 – 1985) y todas las características de una persona melómana, Redmond creció en México, aprendiendo acerca de jazz, blues, música cubana y música clásica. Para entonces, ya había tenido acercamientos a la noticia en prensa, reportaje, crónica, radio y televisión; pero. cuando salió a su vida profesional, no veía comúnmente a mujeres haciendo reportajes o entrevistas a altas horas de la noche, por lo que imaginar una vida en la que hubiera que participar en conciertos y entregas de premios artísticos, los cuales se daban generalmente en esa franja horaria, parecía complejo.
Hoy en día, todavía se nota una diferencia significativa en la participación de mujeres en espacios musicales, como Estefanía Romero explica en un artículo reciente: “existen números dramáticos en cuanto a la participación de mujeres en el gremio musical: del total de artistas, sólo el 21.8% son mujeres; el 12.7 son cantautoras, y sólo el 2.8 son productoras musicales”. Cabe sumar resultados de una investigación de la misma autora para Bop Spots, titulada “¿Pocas mujeres en el jazz? Noción de inferioridad, generización de los instrumentos y el caso de las mexicanas“, donde encontramos que, del gremio de jazzistas en México, menos del 9% son mujeres; y el 3% del total son instrumentistas.
Por otro lado, también existe una brecha entre las mujeres y los hombres en los medios de comunicación. En el año 2024, según los estudios realizados por la Universidad de Oxford y el Reuters Institute for the Study of Journalism, de los 174 editores principales entre las 240 marcas estudiadas, solo el 24% son mujeres, pese a que, en los 12 mercados, el 40% de los periodistas son mujeres. Esta es la realidad a la que se enfrentan las periodistas que egresan en la actualidad; sin embargo, las cifras, para cuando se graduó Sandra, eran mucho menores.
A pesar de ello, antes de combinar sus afinidades musicales y periodísticas, Redmond se enfocó, entre otras cosas, en el mundo editorial, haciendo el house organ [medio de comunicación interno], del Grupo Yusa, en el cual realizaba 7000 ejemplares al mes, para luego expandir el proyecto a 15000 ejemplares para las 120 empresas que en ese momento conformaban el conglomerado de industrias.
Posteriormente, Redmond llegó al periodismo musical con la cautela con la que se afronta lo desconocido, tanteando, desde su esquina, la manera de acercarse a los artistas que admiraba, para lograr pedirles una entrevista:
“Siempre fui amante de ir a cuanto concierto y a cuanta presentación encontraba […], pero la verdad es que yo era muy tímida, entonces al terminar el concierto, les aplaudía. Ya tenía que ser muy, muy grande el concierto para que yo me acercara y dijera ‘Muchas felicidades’… y salía corriendo, aun siendo periodista”, menciona Sandra.
El asistir a presentaciones de músicos e irse acercando poco a poco a los eventos artísticos, le permitió entablar una amistad con el bluesero John Markkis, quien más adelante la invitaría a realizar la negociación que daría apertura a un foro en Lomas Verdes, Naucalpan. Sería allí donde Sandra conocería al director de elmundodehoy.com, uno de los primeros periódicos digitales que llamarían “alternativos” en México, en el cual la periodista subiría su primera nota como periodista musical, inaugurando La Esquina del Blues, espacio que ya cuenta con 18 años de trayectoria.
En aquellos años, no existía ni formación previa, ni guía, ni referentes al respecto. En las universidades no se educaba a los periodistas para cubrir este tipo de noticias y eventos, sino que se enfocaban en un periodismo político o financiero:
“Apenas hasta hace algunos cuantos años, poquitos, se ha empezado a dar este asunto de las entrevistas y de preparar a los jóvenes, a los nuevos periodistas, para cuestiones musicales”, recalco Redmond.
Ante esto, lo que le permitió a Sandra continuar formándose en su escritura, fueron los cursos que veía en el periódico, en los cuales le enseñaban ortografía y redacción:
“En aquel tiempo no había redes sociales, no había Facebook, no había WhatsApp, había correos electrónicos, todavía había que faxear los documentos y de lo que yo encontraba, iba, me presentaba en los cursos y aprendía, leía libros, escuchaba programas, nada más. No había de otra […]. Tampoco había quién te dijera nada. Aprendes sobre la marcha”.
El mundo musical también le abrió a Sandra una nueva oportunidad para ser promotora cultural. Debido al acercamiento previo con los artistas que entrevistaba, fue contactada por los organizadores del Festival de Jazz y Blues de Zacatecas, para apoyarles llevando a Grana Louise al festival.
Para Redmond, esta sería una nueva oportunidad, en la que vería con mayor detalle las implicaciones que conllevaba el representar y promover artistas, así como llevarlos al escenario. Desde firmas de contratos hasta temas logísticos, Sandra llegaría de manera fortuita, según comentó, a un nuevo rubro para el que, en aquel momento, no se preparaba “ni a los hombres ni a las mujeres”.
A pesar de esto, ha trabajado en programas como Ondas Culturales para Proyéctate Radio —junto a Francisco Medina— y desarrollando proyectos como La Ruta del Blues México en Facebook, en el cual ha abierto secciones de Las Mujeres en la Ruta del Arte, Los Extraordinarios y Rock en Ruta.
Se podría observar la trayectoria de Sandra y pensar solamente en los resultados de su esfuerzo a nivel profesional; pero, sobre todo, ella ha demostrado que las cifras, la timidez y la falta de preparación no son impedimento ni excusa para dejar de intentar lo que a uno le apasiona; por el contrario, son la motivación suficiente para afrontarlo y desarrollarlo de la mejor manera.
La periodista invita también a los jóvenes a aprovechar los nuevos espacios que brindan el periodismo y la música, así como las conversaciones que se comienzan a plantear en las universidades acerca del periodismo musical. Hace, de igual forma, una invitación a las mujeres periodistas y artistas a reconocer “que nosotras también tenemos voz y podemos decir muchas cosas y tenemos también otra óptica que no tienen los hombres”.
AM.MX/fm