CIUDAD DE MÉXICO.- Antes de que Marvel Studios conquistara el cine, antes del Universo Cinemtográfico de Marvel (UCM) y mucho antes de que Los 4 Fantásticos fueran considerados una franquicia maldita por algunos fans, existió una película que sí se filmó, pero nunca llegó a estrenarse oficialmente.
Sí, aunque parezca una leyenda urbana, en 1994 se grabó una versión completa de Los 4 Fantásticos, con actores, vestuario, efectos especiales y hasta tráiler. Pero lo más curioso es que esa película fue creada solo para que los derechos del estudio no expiraran, y nunca tuvo la intención real de llegar al público.
El origen: derechos, prisas y un plan poco heroico
Todo comenzó en 1986, cuando el productor alemán Bernd Eichinger, a través de su compañía Constantin Film, adquirió los derechos cinematográficos de Fantastic Four por una cifra módica, según se rumorea, de apenas unos miles de dólares. Tenía hasta diciembre de 1992 para iniciar una producción, o los derechos volverían a Marvel.
Al acercarse el plazo, Eichinger no logró asegurar el financiamiento para una superproducción como la que el equipo requería. Fue entonces cuando recurrió a una jugada desesperada (aunque legal): producir una película de bajo presupuesto simplemente para cumplir con la cláusula del contrato y así retener los derechos.
Ahí entra el nombre más inesperado de esta historia: Roger Corman, el rey de las películas serie B, conocido por producir cine barato, rápido y con mucho ingenio. Juntos, rodaron en tiempo récord The Fantastic Four (1994), con un presupuesto estimado de un millón de dólares. Una cifra ridícula incluso para la época.
El elenco, los trajes… y los sueños rotos
La película fue protagonizada por Alex Hyde-White como Reed Richards, Rebecca Staab como Sue Storm, Jay Underwood como Johnny Storm y Michael Bailey Smith (más tarde reemplazado físicamente por Carl Ciarfalio) como Ben Grimm/La Mole.
Aunque el guion intentaba mantenerse fiel a los cómics, el bajo presupuesto se notaba en absolutamente todo:
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Los efectos especiales eran rudimentarios (la elasticidad de Reed parecía hecha con plastilina)
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El vestuario parecía salido de una convención de cosplay amateur
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El villano, Doctor Doom, tenía una voz apenas se entendía por culpa del diseño del traje
Aun así, el equipo creyó que se trataba de un proyecto legítimo. Los actores hicieron promoción, grabaron entrevistas y hasta se preparó un tráiler oficial. El estreno estaba programado para 1994, pero nunca ocurrió.
¿Qué pasó? ¿Por qué nunca se estrenó?
La versión más aceptada es que Marvel intervino en el último minuto. Según declaraciones posteriores, el entonces presidente de Marvel, Avi Arad, compró los derechos de la película para que nunca viera la luz, preocupado por el daño que podía causar a la marca.
De hecho, según el documental Doomed! The Untold Story of Roger Corman’s The Fantastic Four (2015), Arad pagó “varios millones de dólares” para que todas las copias fueran destruidas. Marvel ya tenía planes más ambiciosos para sus propiedades, y una cinta amateur no entraba en su estrategia de expansión.
El fandom hizo lo suyo…
Aunque nunca fue estrenada oficialmente, The Fantastic Four (1994) circuló como copia pirata durante años, convirtiéndose en una pieza de culto entre los fans más clavados. Copias VHS, luego digitalizadas en sitios de torrents y YouTube, permitieron que el proyecto sobreviviera como mito viviente.
Y es que, pese a todas sus limitaciones, muchos ven en esta versión un intento sincero de hacer justicia al espíritu de los cómics originales, algo que otras adaptaciones más costosas no siempre lograron.
Una lección sobre el cine de superhéroes
Hoy en día, cuando Marvel lanza blockbusters con presupuestos de más de 200 millones de dólares, resulta casi impensable que una cinta oficial del mismo estudio haya sido escondida bajo la alfombra por miedo al ridículo.
Pero la historia de Los 4 Fantásticos de 1994 sirve como recordatorio de los tiempos en que los superhéroes no eran garantía de éxito, y de cómo Hollywood ha evolucionado en su forma de adaptar cómics.
Además, deja una pregunta flotando en el aire:
¿Qué habría pasado si esa versión sí se hubiera estrenado? ¿Se habría convertido en el primer gran tropiezo o en una joya kitsch de culto?
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EDT/kmj
