CIUDAD DE MÉXICO.- Algunos directores de cine, al igual que a muchos actores, no les gusta sentarse delante de una pantalla a observar su propio trabajo. Este es el caso de Martin Scorsese, cineasta que no es fan de sentarse en una butaca pues hay una razón muy curiosa que le impide disfrutar de ir al cine.
Aunque reconoce ser un gran fan del séptimo arte y cree que la mejor manera de apoyarlo, Scorsese es contundente respecto a ir al cine: “Yo no hago eso”.
El director no disfruta de la experiencia en las salas de cine. Así lo ha revelado en una entrevista para la revista Variety, donde se queja de que la gente “habla y se mueve mucho” en las salas, un comportamiento que le impide sentirse cómodo y volcar todos sus sentidos en el desarrollo de la historia.
Además, expone un problema físico para explicar por qué realmente no se sienta en una butaca y disfruta como cualquier otro.
“Yo soy bajo y siempre se me pone delante una persona grande. Me pasa lo mismo con Broadway, no puedo ir al teatro. Siempre hay alguien delante de mí y no puedo ver el escenario o escuchar el espectáculo”, cuenta.
Martin Scorsese reconoce que siempre puede sentarse atrás, pero denuncia que “la audiencia se está volviendo un poco más ruidosa de lo que era”. Aunque añade: “O quizá siempre ha sido como en los 50, cuando solíamos gritar a la pantalla“. Sea como sea, explica que en los últimos años el formato que más disfruta es del IMAX, en especial a medida que se va haciendo más mayor.
Por último, y aunque admite que no le agrada la experiencia que suponen las sesiones “normales” con los asistentes hablando, reflexiona: “Para mí es muy importante apoyar las películas mientras están en pantalla grande. Solo que me espero un poco“.
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EDT/kmj