CIUDAD DE MÉXICO, 2 de agosto, (EDT).- Pues sí muchachos la verdad es que el niño Carlos Antonio Santamaría Díaz de 12 años de edad llegó más que temprano a la repartición de cerebros. Y el próximo 6 de agosto él y nuestra Máxima Casa de Estudios harán historia cuando sea el primer chamaco que curse una licenciatura en la UNAM.
¿Se acuerdan ustedes qué andaban haciendo a los 12 años? Bueno, mientras algunos andábamos en el drama de aprender a andar en bicicleta o de que nos escogieran en el equipo de fútbol; otros, como Antonio andan meditando en… no sé, proyectos académicos, por ejemplo, algo relacionado con bioquímica: “Creo que podemos reconstruir una célula, curar todas sus enfermedades, por ejemplo la mitocondria, que tiene una membrana exterior y una interior. Aunque es relativamente sencilla tiene un montón de componentes: proteínas, hasta su propio ADN, ribosomas; se puede tratar de crear un medio”, comenta.
Este… bueno, pero no crean que la UNAM se puso fácil con él solo porque es un niño, no, Carlos tuvo que realizar su respectivo examen de admisión, el cual aprobó con 105 aciertos. Al ser aceptado como uno más de los orgullosos pumas de este país con tira de materias, credencial con foto que lo acredita como alumno de la licenciatura de Física Biomédica en la Facultad de Ciencias, la Máxima Casa de Estudios abre un capítulo de inclusión en la vida universitaria del país.
Lo anterior no quiere decir que para Carlos Antonio Santamaría sea novedad esto de la vida universitaria. De hecho, ya es un “viejo” conocido, ya que en años anteriores cursó diplomados en el Centro de Ciencias Genómicas y en el Instituto de Investigaciones en Materiales. Lo que sí es verdad es que Carlos Antonio también puede ser el único alumno de la facultad de Ciencias Físico Biomédicas que llegue de la mano de su mamá.
EDT/TIV