El olor a pan recién horneado es un aroma que a casi todas las personas les agrada, de igual forma sucede con un pan fresco y recién salido del horno. Algunos son crocantes sin lastimar las encías y con sabores frescos y un aroma a fermentos que resultaría hasta adictivo. Por ello, el pan fresco es delicioso, pero aquí te contamos cómo lograr que se mantenga así por más tiempo y conservando sus condiciones organolépticas.
Cuando compramos pan, no siempre lo terminamos en el mismo día en el que lo adquirimos y por ello debemos guardarlo. Incluso sucede que lo olvidamos en la panera sin taparlo y al día siguiente notamos que se ha endurecido cual roca.
Cuando tenemos un pan que se ha endurecido a causa de la resequedad, por estar al ambiente sin ninguna protección; el pan resulta incomible en la mayoría de los casos. Esto sucede porque perdió su humedad, pero todavía es útil y se pueden crear deliciosos postres con este: el budín es el más apreciado y es de bajo costo. Sólo basta con colocarlo en leche, huevos y azúcar; meterlo al horno y listo. Será un pan reciclado que hasta podría ser la estrella de alguna comida importante. Como tip, el helado va fantástico acompañando el pan budín hecho con trozos de pan viejo y duros. Checa alguna receta que te agrade en la web, recuerda que puedes hacerlo como a ti se te antoje y con los ingredientes que prefieras.
El budín no es la única opción para recuperar un pan que se ha endurecido. Otro consejo para tener un pan ‘recién salido del horno’, es rociarlo con un poco de agua en la parte que se ha endurecido; o dejarlo sumergido un par de segundos en el agua. Posterior a esto, se puede meter al horno tostador o en cualquier horno convencional (no de microondas), por un par de minutos. El resultado será un pan que podría pasar como uno fresco.
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¿Cómo conservar el pan más tiempo?
Cuando el pan envejece, el agua que tiene se pierde y por esta razón endurece, se vuelve un tanto chicloso y ya no resulta tan apetitoso como uno fresco. Para mantenerlo en su estado ideal por más tiempo, es necesario que el pan sea cubierto con algún paño de tela limpio. Este no debe permitir que este quede al intemperie y lo mantendrá en mejores condiciones, por más tiempo.
También pueden usarse bolsas plásticas, pero contaminan más y en ocasiones pueden dejar restos de pintura o pueden tener algunos agujeros que sólo arruinen el pan. Las bolsas plásticas no son recomendables porque favorecen la humedad del pan; producienco moho más rápido que una bolsa de tela o una panera de madera.
Si lo que se desea es alargar la vida del pan por mucho más tiempo, también puede ser congelado y esta es la mejor manera de conservarlo ‘fresco’. Cuando sabemos sacarle provecho al congelador, es una maravilla y es posible congelar casi todo.
Antes de congelar un pan, es necesario que esté frío y no contenga restos de algún ingrediente porque cuando se descongele, el agua se va a liberar y podría estropear el pan. De igual forma, es pertinente guardarlo en algún contenedor o un paño de tela (esto siempre es lo ideal, al igual que la madera, pero no en el congelador). Para comerlo, basta con dejar el pan a temperatura ambiente por varios minutos o si se requiere de inmediato, meterlo en el horno de 3 a 10 minutos (dependiendo del tamaño y tipo de pan). Si se mete al horno será como un pan recién salido del horno y conservará sus características organolépticas.
El pan congelado puede durar meses en el congelador, con una duración mínima de 6 meses. Por lo que olvidarlo hasta año y medio al final del mismo, no representará ningún riesgo para nuestra salud.
No es recomendable descongelarlo en el microondas porque este tiende a resecar la comida y con ello se arruinaría el pan. Únicamente es pertinente cuando se tiene un buen manejo del mismo y con una protección en el pan para evitar que se reseque. Hay que recordar que no todos estos aparatos funcionan de la misma manera y con la misma intensidad.
Sabías que los panes ultraprocesados, como el pan de caja que todos conocemos; tienen aditivos que no son muy buenos para la salud. Aunque su empaque diga lo contrario, lo que sucede es que los ingredientes que utilizan, en vez de nutrir y hacer que el organismo trabaje de una forma adecuada; sólo acumulan grasa y la energía que proporcionan no es de buena calidad.
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