CIUDAD DE MÉXICO, 13 de agosto (EDT).— Plácido Domingo es acusado por ocho cantantes y una bailarina de acoso sexual. Los testimonios fueron recabados por la agencia Associated Press (AP), que asegura que el presunto comportamiento inapropiado del tenor se remonta desde la década de los 80.
De acuerdo con la información publicada, Plácido Domingo —reconocido por ser uno de los iconos más queridos de la ópera mundial— utilizó su fama para presionar a mujeres para tener relaciones sexuales con él o “castigarlas en lo laboral” si rechazaban sus proposiciones.
En este momento, Plácido ostenta uno de los puestos más codiciados en el universo de su género musical: es director de la Ópera de Los Ángeles y a sus 78 años, aún es capaz de atraer multitudes a cada uno de sus recitales, con lo que ha logrado, a lo largo de su carrera, 150 papeles, en más de cuatro mil actuaciones, con lo que supera a cualquier otro tenor en la historia.
Según los testimonios recolectados por AP, el tenor sacaba provecho de las compañías de ópera en las que tenía cargos importantes para, explicó una de las mujeres, pasarle la mano por la falda; mientras que otras relatan que las obligó a besarlo en los labios, en sitios como una habitación de hotel o en comidas de negocios.
“Una comida de negocios no es extraño, pero que alguien te ponga la mano sobre la rodilla sí lo es. Siempre estaba intentando tocarte de alguna manera”, expresó una de las denunciantes. Además de estas nueve mujeres, otras seis también relataron a Associated Press que Domingo les hizo proposiciones que las incomodaron, como invitaciones a salir tras ser contratadas.
También hay versiones de 12 intérpretes, bailarines, músicos de orquesta y profesores de voz que dicen haber sido testigos del comportamiento sexual inapropiado de Plácido, así como de perseguir a mujeres jóvenes, en “total impunidad” por el estatus que tenía en cada una de las compañías que dirigía.
La respuesta de Plácido Domingo
A pesar de que Plácido Domingo se negó a responder sobre estos casos en específico, sí envió un comunicado en el que expresó que las acusaciones que realizan sobre él estas personas anónimas y que datan de hace 30 años, le parecen preocupantes y en extremo dolorosas.
“Las acusaciones de estos individuos no identificados que datan de hasta 30 años son profundamente preocupantes y, como se presentan, inexactas. Aun así, es doloroso oír que he podido molestar a alguien o hacerles sentir incómodos, da igual cuánto tiempo haga de ello y a pesar de mis mejores intenciones.
“Creo que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre aceptadas y consentidas. La gente que me conoce o que ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que pueda hacer daño, ofender o avergonzar a alguien de manera intencionada”, se puede leer en el texto que envió el tenor.
El cantante aceptó que “las reglas y estándares por los cuales somos y debemos ser medidos hoy son muy diferentes de lo que eran en el pasado. Tengo la suerte y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me mantendré en los más altos estándares”.
Las versiones
De las voces que acusan a Plácido Domingo, al menos ocho aseguraron que sus carreras se vieron afectadas negativamente después de rechazar las insinuaciones del tenor, incluso que los papeles que se les prometieron nunca se materializaron y que ya no fueron llamadas a las compañías que él presidió.
De las informantes, sólo una permitió que se utilizara su nombre, ella es Patricia Wulf, una mezzosoprano que cantaba en la Ópera de Washington, a lado de Domingo; mientras que el resto ha preferido mantenerse en el anonimato, debido a que aún están en activo y temen a las represalias o lo humillación pública.
Aunque ninguna aportó documentos que avalen sus declaraciones, la agencia les ha dado voz a sus testimonios, que tienen un patrón en común: Plácido Domingo contactándolas constantemente, frecuentemente las llamaba a su casa a altas horas de la noche para insistirles en que tenía mucho interés en sus carreras.
La invitación era la misma: conocerlo de manera privada, para tomar una copa o invitarlas a comer, ya fuera en su departamento o en alguna habitación de hotel, con el pretexto que durante el encuentro les ofrecería un asesoramiento profesional, debido a la gran experiencia que tiene en la industria de la ópera.
Dos de las denunciantes dijeron haber cedido a las proposiciones de Domingo al creer que no podían poner en peligro sus carreras. Incluso, una de ellas dijo haber tenido relaciones sexuales con el tenor dos veces, incluida una en el hotel Biltmore de Los Ángeles. Cuando Domingo se fue para una actuación, señaló la mujer, dejó 10 dólares en la mesilla de noche y dijo “no quiero que te sientas como una prostituta, pero tampoco quiero que tengas que pagar por estacionar”.
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EDT/dsc