CIUDAD DE MÉXICO.- Hay un dilema al que se enfrenta la industria editorial contemporánea desde hace un tiempo y es el de la necesidad de equilibrar la calidad literaria con la sostenibilidad económica. La industria editorial es, ante todo, una industria. Esta obviedad, que puede resultar incómoda para los puristas, es la que permite que los libros sigan llegando a las manos de los lectores.
Los números son claros: mantener un catálogo diverso, con obras experimentales, poesía, ensayo de pensamiento crítico o traducciones de obras fundamentales pero minoritarias, requiere de una base económica sólida: “el auge del sector se sostiene por la existencia del libro basura”.
Pero, ¿qué entendemos exactamente por “libro basura”? El término, injustamente despectivo, suele referirse a obras creadas siguiendo fórmulas probadas de éxito. Pensemos en After, de Anna Todd, una saga que comenzó como fan fiction en Wattpad y se convirtió en un fenómeno editorial global ¿Es literatura de alta calidad? Probablemente no, ¿ha conseguido que millones de jóvenes se acerquen a la lectura? Sin duda.
El proceso de creación de estos libros está cada vez más profesionalizado. Las editoriales utilizan análisis de datos para identificar tendencias, estudian patrones de éxito en plataformas como Wattpad o Amazon, y monitorizan las conversaciones en redes sociales para detectar lo que buscan los lectores.
El “libro basura” no es el enemigo de la buena literatura, sino muchas veces su mejor aliado económico. En un mundo ideal, quizás todas las obras de alta calidad literaria serían también éxitos comerciales. Pero en el mundo real, los best sellers formulaicos cumplen una función vital en el ecosistema editorial. Lo que necesitamos no es despreciar estos libros, sino entender su función y trabajar para que coexistan con obras más arriesgadas o minoritarias. Así, se plantea la complejidad de mantener un equilibrio entre la calidad literaria y la viabilidad económica en el mundo editorial contemporáneo (Zenda Libros, 3 minutos).
Otro artículo que aborda esta tensión entre calidad literaria y las exigencias comerciales en la industria editorial es “Literatura y edición en el capitalismo tardío: noticias del colapso por venir”. El autor, Rubén Arribas, destaca la precariedad laboral de los escritores, muchos de los cuales perciben ingresos por debajo del salario mínimo, y la concentración del mercado en grandes multinacionales que priorizan la rentabilidad sobre la calidad literaria. Esta dinámica conduce a una sobreproducción de libros, muchos de los cuales terminan destruidos, y a la pérdida de sentido en los oficios relacionados con la literatura. El artículo cuestiona la utilidad de la literatura en una sociedad donde la movilidad social está estancada y la cultura se ha convertido en un mero adorno.
Arribas critica cómo la lógica capitalista lleva a una sobreproducción que degrada el valor de la literatura y precariza a los autores y señala que el mercado editorial actual enfrenta desafíos significativos para equilibrar la viabilidad económica con la promoción de la calidad literaria y la diversidad cultural (CTXT, 3 minutos).
Finalmente, les dejamos un interesante artículo publicado en The New York Times que detalla el notable ascenso de Bloom Books, una editorial que ha revolucionado el mercado literario al posicionar 25 de sus títulos en la lista de bestsellers en un solo año sin el músculo de los grandes grupos editoriales, y superando así los ¡¡100 millones de dólares en ventas brutas!!
Algunos datos que impresionan:
– La mayoría de sus autores superan los 100.000 libros vendidos.
– Una de sus autoras estrellas, Ana Huang ha vendido nada menos que 7 millones de ejemplares.
– Bloom domina casi el 25% del mercado de novelas románticas en EE.UU.
Y claro, está en un segmento que no para de crecer: las ventas de novelas románticas crecieron en dos dígitos entre 2020 y 2023, y en 2024 el género creció un 10%, el doble de rápido que el resto del mercado de ficción.
Pero ¿qué hace a esta editorial tan diferente? Bloom apuesta por autores autopublicados con comunidades de lectores fieles y en expansión. Les ofrece acuerdos flexibles y generosos, incluso adquiriendo solo derechos de impresión en algunos casos (habitualmente las editoriales prefieren contratos para todos los formatos de un libro).
Mientras que el primer artículo argumenta que los libros de consumo masivo son esenciales para sostener económicamente a las editoriales y permitir la publicación de obras más arriesgadas, y el segundo critica cómo la lógica capitalista lleva a una sobreproducción que degrada el valor de la literatura y precariza a los autores, el caso de Bloom Books ejemplifica una tercera vía, donde una editorial emergente logra un éxito comercial significativo al adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado y colaborar estrechamente con autores populares, sin necesariamente comprometer la calidad literaria.
AM.MX/fm