CIUDAD DE MÉXICO.- Seguramente has escuchado o has sido víctima de la famosa frase: ‘Inocente palomita, te dejaste engañar’, y es que el 28 de febrero, muchas personas aprovechan para jugarle bromas a aquellos distraídos que se olvidan de que en esta fecha se celebra el Día de los Santos Inocentes.
Por eso es que tu abuelita te advertía de que en este día ni te cases ni te embarques ni tampoco prestes dinero ni libros ni nada, porque lo más seguro es que no te lo devolverán.
Y a pesar de vivir gastando bromas o esquivándolas, la verdad es que todavía hay muchas personas que todavía no saben por qué celebramos este día. Si eres una de esas personas, te conviene seguir leyendo.
¿Cuál es el origen del Día de los Santos Inocentes?
Se le llama “Día de los Santos Inocentes”, cuando, en tiempos de Jesús, el Rey Herodes “El Grande” ordenó asesinar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), con el propósito de deshacerse del “mesías”.
De acuerdo con la religión católico-critiana, el rey Herodes le ordenó a los Magos de Oriente que le indicaran cómo encontrar al supuesto rey que iba a nacer, según las escrituras, para poder acudir a adorarlo también. Sin embargo, los Reyes Magos fueron alertados por un ángel, el cual les aviso, en sueños, que Herodes pretendía matar al niño Jesús y decidieron volver a sus reinos por caminos distintos.
Engañado por los Magos, Herodes envió a sus soldados para que cometieran un genocidio, pues asesinaron a todos los niños, menores de 2 años, que vivían en Belén, pues creía que su reinado estaba en peligro.
La Iglesia recuerda el 28 de diciembre, la matanza de esos pequeños inocentes que no murieron por Cristo, sino en lugar de Cristo.
Desde entonces, esa conmemoración permaneció en los creyentes de la fe católica. Fue hasta la Edad Media, cuando se combinó con un rito pagano conocido como la “Fiesta de los locos”, que se celebraba entre Navidad y Año Nuevo.
¿Te hace sentido la práctica de hacer bromas?
AMX/TIV