CIUDAD DE MÉXICO.- Hubo un momento en que Marvel Studios era sinónimo de éxito garantizado. Cada película del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) dominaba la taquilla, rompía récords y generaba una conversación global. Pero esa racha de oro se ha visto golpeada en los últimos años por una combinación de saturación, falta de dirección clara y resultados que, aunque todavía taquilleros, ya no tienen el mismo impacto.
En medio de esta etapa de reestructuración y replanteamiento, llega Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos, una película que no solo busca reinventar a la llamada Primera Familia de Marvel, sino también servir como nuevo pilar narrativo y emocional del UCM. Y sí, Marvel la necesita más que nunca.
El desgaste de la fórmula Marvel
Después del clímax emocional y narrativo que representó Avengers: Endgame (2019), Marvel Studios ha tenido problemas para establecer una nueva línea central que enganche a los fans de la misma manera. Si bien hubo momentos sólidos como Spider-Man: No Way Home (2021) o WandaVision (2021), muchas producciones recientes se han sentido desconectadas, dispersas o inconsistentes.
Películas como Eternals, Ant-Man and the Wasp: Quantumania y The Marvels han tenido resultados mixtos tanto en crítica como en taquilla. Las series, por su parte, aunque interesantes, han fragmentado aún más la experiencia del espectador casual. La promesa de una “saga del multiverso” se volvió una idea atractiva en papel, pero confusa en pantalla.
¿El resultado? Una base de fans cada vez más dividida entre los que siguen fielmente cada estreno, y quienes ya sienten fatiga o simplemente se han desconectado. Marvel necesita una historia potente, emocionalmente resonante y narrativamente clara, que funcione como nuevo punto de partida.
Por qué los 4 Fantásticos son clave en este momento
Los 4 Fantásticos no son solo un grupo de superhéroes más. En los cómics, fueron los fundadores del universo Marvel moderno, creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1961. Su historia, centrada en la familia, la ciencia y la exploración, representa algo distinto al tono de otros equipos como los Avengers o los X-Men.
Y justo ahí está su valor: pueden ofrecerle al UCM una narrativa fresca pero con raíces clásicas, anclada en temas humanos y aventuras cósmicas. Son personajes con historias de amor, sacrificio, hermandad y responsabilidad, sin caer en el cinismo o el sarcasmo que ha dominado algunas producciones recientes.
Además, su mitología abre puertas gigantescas:
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El multiverso puede consolidarse con Reed Richards como una figura central.
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Galactus puede representar una amenaza de escala superior, creíble y no multiversalmente confusa.
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Doctor Doom, si es bien construido, podría ser el villano que el UCM ha estado necesitando desde la caída de Thanos.
Más que un reboot: una oportunidad de reconstrucción
La llegada de Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos también puede funcionar como una especie de soft reboot. Un nuevo punto de entrada para audiencias que se han alejado, pero también una oportunidad para integrar de manera más coherente a los X-Men y otras propiedades que hasta hace poco estaban fuera del alcance de Marvel Studios.
Kevin Feige y su equipo lo saben. La presión está ahí. Por eso se ha apostado por un elenco que no solo es atractivo, sino talentoso (Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Joseph Quinn y Ebon Moss-Bachrach) y por un enfoque estético que se aleja del estilo genérico de otras de sus producciones.
Y si bien aún hay muchas incógnitas, lo importante es que hay una sensación real de que Los 4 Fantásticos podrían redefinir el rumbo del universo Marvel en el cine, justo como lo hicieron en los cómics hace más de 60 años.
El público quiere volver a creer
Al final, más allá del multiverso, las líneas de tiempo y los easter eggs, lo que el público busca son personajes que importen. Historias que conecten. Aventuras que valgan la pena no solo por la espectacularidad visual o sus conexiones con otras franquicias, sino por su peso emocional.
Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos tiene el potencial de devolverle a Marvel eso que parecía haber perdido: el corazón. Y por eso, no es exagerado decir que el estudio los necesita más que nunca.
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EDT/kmj