CIUDAD DE MÉXICO.- Donald Trump está próximo a tomar posesión por segunda vez como presidente de Estados Unidos, pero previamente había anunciado un movimiento que promete transformar el panorama fiscal y manufacturero de su país: reducir la tasa de impuesto sobre la renta corporativo federal al 15%. Esta medida, dirigida a empresas que fabriquen dentro del territorio estadounidense, tiene como objetivo revitalizar la manufactura, aumentar la competitividad de las empresas estadounidenses en los mercados globales y atraer inversiones significativas de todo el mundo.
La propuesta podría convertir a Estados Unidos en un destino aún más atractivo para la inversión manufacturera internacional, especialmente en comparación con países como México, donde la tasa de impuesto corporativo sobre la renta se mantiene en un 30%.
“Esta iniciativa plantea un desafío significativo para México, que actualmente ofrece ventajas competitivas como costos laborales más bajos y proximidad a los mercados de América del Norte; sin embargo, una tasa del 15%, como la propuesta por el mandatario estadounidense, podría inclinar más la balanza comercial a favor de Estados Unidos”, comenta Victor Aguirre-López, socio fundador BlackBox Startup Law, firma especializada en startups transnacionales.
Impacto en el entorno competitivo
La política fiscal propuesta por Trump no solo destaca por su carácter agresivo, sino también por su potencial para generar un amplio debate en los círculos empresariales y políticos. Si bien reducir los impuestos empresariales es una estrategia común para fomentar la inversión, la magnitud de la reducción al 15% es un cambio drástico respecto al promedio global, que ronda el 23%.
Para México, esto podría traducirse en una pérdida de inversiones manufactureras destinadas originalmente a sus zonas industriales, como el Bajío y la frontera norte, especialmente en sectores como la automotriz y la electrónica. “Si bien los ahorros fiscales propuestos podrían hacer que Estados Unidos sea más atractivo, las empresas deben considerar otros factores clave, como los costos laborales, la logística de la cadena de suministro y la proximidad a mercados clave,” explica el abogado de BlackBox Startup Law.
El país, por su parte, sigue siendo una opción estratégica gracias al T-MEC, su fuerza laboral calificada y sus redes de distribución optimizadas para atender al mercado estadounidense. Sin embargo, la competencia fiscal podría obligar a las autoridades mexicanas a reconsiderar incentivos para retener y atraer inversiones.
Un llamado a la evaluación estratégica
La propuesta también subraya la importancia de un análisis integral por parte de las empresas multinacionales. Además del impacto fiscal, las organizaciones deben evaluar factores como los costos de reubicación, las regulaciones laborales y los riesgos geopolíticos asociados con operar en un mercado más competitivo.
“La clave para las empresas será mantener un enfoque equilibrado y no dejarse llevar únicamente por los ahorros fiscales. Estados Unidos puede volverse más competitivo, pero los costos totales de operación, incluyendo la mano de obra, la logística y la estabilidad política, seguirán siendo determinantes en la toma de decisiones”, afirma el socio fundador BlackBox Startup Law.
Perspectivas a futuro
A medida que se aclaren los detalles de la política propuesta, los expertos anticipan que su implementación podría tener implicaciones más amplias para la economía global. Por un lado, las empresas podrían buscar reubicar sus operaciones para aprovechar el nuevo entorno fiscal, mientras que otros países podrían responder con reducciones impositivas similares para mantenerse competitivos.
“Este es solo el inicio de una reconfiguración del entorno manufacturero global. Empresas, gobiernos y analistas deben observar de cerca cómo se desarrolla esta propuesta y prepararse para adaptarse a un nuevo equilibrio competitivo, explica el especialista.
En el corto plazo, esta propuesta de Trump promete generar intensos debates en los sectores industriales, gubernamentales y académicos, mientras se perfila como un catalizador de transformaciones estratégicas en las cadenas globales de valor.
AM.MX/fm